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Una noche secreta con mi sobrina
Fecha: 03/10/2017, Categorías: Incesto Primera Vez Autor: Publiero, Fuente: CuentoRelatos
... mensaje, así que cambié los labios de su boca por los de la vulva. Abrió más sus piernas y yo extendí mis lamidas hasta su culo. Le di vueltas a ese hoyito arrugado con mi lengua y ella gemía fuerte (se empató el partido, me dije). Me pidió que me levantara. Cerró las piernas y mi erección seguía intacta. No quise abusar pidiendo una mamada y pensé que en un rato tendría una cita con mi mano en el baño. Mientras esos pensamientos pasaban por mi mente ella se puso de espaldas y abrió las piernas y me dijo: “por detrás”. Todo mi cuerpo escuchó y volví a temblar. ¿Estás segura le pregunté? ¿Así lo haces con tu novio? Se quedó callada un instante y me dijo que no: “él siempre tiene condones” (remontada histórica en este juego, fue la frase que vino a mí). Le lamí el culo varias veces. Mezclé mi saliva con sus líquidos vaginales que no paraban de brotar y puse la cabeza de mi pene en el centro de aquel círculo virgen que esperaba mi entrada. “Poco a poco”, me dirigió Julia. Lo hice con sumo cuidado tratando de no correrme. Así está bien, dijo cuando entró algo más que la cabeza. Empecé a moverme. Sentía que iba a reventar en cualquier momento. Le apreté los senitos y empujé más fuerte. Ya no pensaba, toda mi concentración estaba en los centímetros de mi pene dentro de su ...
... culo. Ella jadeaba fuerte y se movía poco, yo comencé a moverme más y rápido y de pronto, escuché el sonido más dulce que había llegado a mis oídos en toda mi vida. Su cuerpo se sacudió al ritmo de aquellos gemidos orgásmicos y yo creí perder el sentido mientras me vaciaba adentro de ella. Saqué mi pene y me acosté a su lado. Me abrazó y nos quedamos dormidos. Me desperté primero que ella en la mañana. Me masturbé con los recuerdos de la noche mientras me bañaba. Fui a despertarla y ya estaba lista. No me miró a la cara cuando dijo buenos días. El camino al aeropuerto fue un recital de monosílabos de parte y parte. Nos despedimos con un abrazo. Cuando regresé a mi casa no podía con la culpa. Mi mente maquinó los peores escenarios. Le contará a mi hermano. Dirá que la violé. Esto es un pecado imperdonable. Todo eso pasaba por mi pensamiento amalgamado con los recuerdos de esa noche. Me acosté en mi cama y sentí algo en la almohada. Era una carta. Querido tío Lo de anoche fue un error. Lo sabemos los dos. Que se quede así, un error del que nadie sepa nunca. Cuentas con mi silencio para siempre. No estoy enamorada de ti. Pero tu cuerpo me gritaba anoche que todo era nuevo para ti y eso me excitó mucho. No soy una p…, pero tampoco la niña de papá que tu hermano piensa. Chao.