1. Relatos porno (Dominación): Bazar femenino (Cap. 3)


    Fecha: 29/07/2018, Categorías: Dominación Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos

    ... encargo, el padre dijo “OYE HIJO QUE GRAN IDEA TUVISTE, HACERLES CREER QUE LAS ECHARÍAMOS”, si apá, la verdad estaban aterradas y se sentían perdidas. Faltando unos cuantos minutos para cumplirse ya dos horas de la partida de las perras se escuchó como se abría la puerta de la hacienda, eran las esclavas que regresaban con lo dispuesto por los Amos, de inmediato se postraron a sus pies y con la cabeza pegada al piso dijeron “nuestros Amos aquí les traemos lo que nos ordenaron trajéramos, les trajimos las mejores perras en hermosura y servicio”. Las perras recibieron la orden de retirarse a sus deberes y que los dejaran a solas con los nuevos ejemplares. Las perras se retiraron sin siquiera decir “pio”, no fuera a ser que sus amos se arrepintieran y si las echaran a la calle o en el peor de los casos terminaran en el bazar siendo exhibidas como mercancía barata o dañada. Empezó la acostumbrada exploración de agujeros y ver que tanto kilometraje tenían en su haber, pero tal parecía que las amiguitas de la esclava del joven amo por su cortad edad no tenían aun kilometraje recorrido, eso provocó que su valor de perrita se incrementara, después hicieron que se acercara la esclava de más edad y aunque se veía con algún kilometraje recorrido, por lo demás se veía tener un buen aguante y empuje para estar rendida a sus pies. Les hicieron dar una vuelta de 360° y así poder evaluar sus carnes por todos los ángulos. La mayor ...
    ... tenía una buena parrilla y una muy atractiva cola, por lo que tal parecía sería un placer verla a 4 patas, ya fuera para ver la parrilla casi al piso o echar una rica mirada a esa hermosa cola. La perrita joven aunque aún no era una completa belleza, su cuerpo prometía un buen desarrollo, y si desde pequeña se les adiestra para obedecer, después de un tiempo será una opción de tener a los pies de alguno de los dos Amos. Se les dijo que ahí sus nombres no existían, solo se les llama como perras o esclavas, fuera de ahí solo tendían los privilegios que ellos como sus amos quisieran autorizarles. Las perritas agacharon la cabeza y agradecieron el privilegio de servirles, de todas maneras no tenían otra opción más que obedecer, ya que Vivian en la ciudad esclava femenina. Los amos les aclararon que ahí solo ellos dormían dentro de la hacienda, ellas solo podían estar dentro para estar sirviéndoles, pero que sus lugares permitidos para su estancia en sus ratos libres que incluían la comida y el tiempo de dormir, solo eran las caballerizas o establos. Se les dijo a las nuevas perritas que tendrían las mismas funciones de sus amigas, pero alternadamente, es decir si ellas estaban lamiendo sus pies, las nuevas harían el aseo y viceversa. Las nuevas mascotas aceptaron con agrado. Las esclavas domésticas fueron llamadas para decirles que se llevaran a sus compañeras a las caballerizas o establos. Ellas obedecieron al instante. 
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