Emputecida y Sumisa Capitulo 8 - Relatos Eróticos

Emputecida y Sumisa Capitulo 8

... trasero, poniendo dos medias lunas a los lados, en color morado. En conjunto iba de lado a lado y se podía ver a simple vista. La frase elegida por Rubén era "Entregada a mi Señor", que era un tatuaje clásico en las concubinas de los harenes árabes. Luego se puso a mirar diseños de tattoos, y eligió uno para poner a la derecha del ombligo un poco más arriba, comenzando desde la vagina. Era un tatoo con tres corazones en rojo intenso juntos con el del medio más grande, y justo debajo como una cinta en color claro que los enrollaba por debajo, en la que le indicó que escribiera Gabriela en granate, no era feo, pero llevar eso era vulgar, vamos de pija no de nivel alto, sino de pija guarra de discoteca, era como decir su nombre a todo el que lo viera, para que le entrara. Finalmente eligió un símbolo árabe imitando al sol pero en color verde esmeralda, para ponerlo en el hombro izquierdo. Y un brazalete y tobillera tatuados en el tobillo y hombro derechos imitando a una cadena hecha con una rama en color verde. Gabriela no decía nada, el técnico estuvo con ella como dos horas, le dolió un poco al hacerle los piercing, y los tatoos le dolieron menos, luego le dieron instrucciones de cómo lavarse para que no se le infectaran, y de que no se los quitara en al menos un mes para que no se cerraran los agujeros. También le compre los piercings de bola y aro que elegí en distintos colores para alternar. Se miró al espejo y era otra chica con los piercings de aro que son más vulgares. ...

... Los tattoos estaban en zonas que se verían si iba con la tripa al aire, y los del hombro, brazo y tobillo también eran muy visibles. A mi tia le daría un ataque. Después nos fuimos a un Centro Comercial, y le empecé a elegir la ropa interior. Gabriela estaba avergonzada, ya que las dependientas se reían de ella. Le pedí sujetadores que le hicieran ganar una talla de pecho, y aprovechaba para decirle que tenía poco y que había que disimularlo. Luego le pedí tangas muy sexys y algunas del tipo hilo dental, toda la ropa interior de colores oscuros o chillones, nada blanco, para que se transparentara si usaba ropa clara. Las dependientas alucinaban, le decía a Gabriela que dejara de usar braguitas normales y que las tirara a la basura. Luego fuimos a Zara para comprarle pantalones y minifaldas, todos ajustados y bajos de caderas, pero las dependientas, dijeron que no había de su talla que era la 42, claro con sus 69 Kg. con unas medidas de 97 – 70 – 85 no había ropa de su talla. Me enfade y le dij que estaba hecha una gorda, las dependientas se sonrieron y aclararon que en general sólo tenían de la 38 para abajo, que ahora toda la ropa de las jovencitas venía así. Sólo pude comprarle Tops ajustados con escote marcando las tetas, cortos para enseñar la tripa, y sueters también así cortitos. También le compré zapatos de tacón, ya que le dije que a partir de ahora siempre tendría que llevar tacones. Yo pagué todos los gastos de esa tarde con mi tarjeta, la tarjeta no daba para más. ...