Entrega total (Capítulo 7)
Fecha: 31/07/2018,
Categorías:
Dominación
BDSM
Autor: cleversex, Fuente: CuentoRelatos
... peluche, una muñequita, y estaba más tiempo en el aire que tumbada. Para ellos no representaba la más mínima dificultad: Marta con sus cuarenta y cinco kilos de peso y ellos enormes y musculados. La postura que más les gustaba era que mientras uno de pie la tenía penetra mientras la sujetaba en el aire, otro la daba por el culo. A las pocas horas, Marta tenía el culo rojo como un tomate y es que todos los que la daban por detrás aprovechaban para azotarla el trasero. Cuando llegó la noche la actividad siguió sin tregua y Marta estaba como ida, en trance. Paco, que dormitaba cómo podía en la silla del ordenador, de vez en cuando la daba una bebida energética rica en cafeína para ayudarla a permanecer despierta. Al día siguiente la actividad siguió frenética y por la noche Paco dio por finalizado el experimento porque hacia un par de horas que Marta estaba adormecida y ni siquiera respondía a los estímulos sexuales o violentos. Les dio una generosa propina y les llamó un par de taxis para que les llevarán a la estación del AVE. Cuando todos se fueron, y ya solos, regresó a la cama donde yacía Marta. Acercó un sillón a la cama, la cogió por los pies y con ellos se masturbó: Marta tenía tanto el culo cómo la vagina rebosantes de esperma. Fue poco tiempo: a los pocos segundos se corrió sin que ella hiciera el más mínimo gesto. Recordó que lo primero que hizo con ella, aparte de meterla los dedos en la boca para que vomitara, fue masturbarse con sus pies. Cuando se tranquilizó la ...
... levanto en brazos y entró con ella en la bañera que previamente había llenado. La lavó detenidamente, la frotó concienzudamente con la esponja de baño, no quería dejar el más mínimo rastro de los seis hombres que durante 34 horas la habían estado follando. Después, la envolvió en una toalla y regresó con ella a la cama. Cuando estuvo bien seca, se dedicó a inspeccionarla detenidamente. Las tetas las tenía un poco tumefactas, y los pezones muy inflamados de las veces que se las habían estrujado y pellizcado. En estado similar tenía la vagina, porque a pesar de estar siempre muy untado de lubricante, el estar penetrada casi permanentemente por pollas largas y gordas pasaba factura. Aun así nada preocupante: nada que no solucionen los antinflatorio. Otra historia era su ano: ese maravilloso ano que tanto le gustaba. Estaba feo e inflamado, y además presentaba varias grietas y abrasiones. <<Cuando volvamos a Madrid, la llevaré a un médico que conozco y que me debe algún favor>> —pensó. Terminada la inspección, se preparó una generosa copa de Ginebra y se sentó en el sillón con ella acurrucada en su regazo y el ordenador a mano. Mientras saboreaba la copa velaba el intranquilo sueño de Marta interrumpido por espasmos esporádicos fruto de los malos sueños y el agotamiento. Estuvo visualizando ligeramente las imágenes grabadas mientras sentía una enorme ternura hacia ella. Decidió analizar el experimento como si se tratara de una transacción financiera: los pros y los contras. Empezó ...