1. Campamento Familiar


    Fecha: 02/08/2018, Categorías: Incesto Autor: Crusnik, Fuente: SexoSinTabues

    ... pezones dándoles vueltitas, estos se pusieron totalmente duros y salidos, dándole toda la impresión de que estaba excitándose con sus juegos al mismo tiempo que de su coño había comenzado a soltar una cantidad de espesa baba. Jessica se fue arrodillando lentamente frente a su hermano, hasta quedar con su imponente miembro casi en la cara, viendo fascinada que estaba completamente erecto y rebosante de venas, las cuales palpitaban poderosamente mientras su gruesa cabeza morada apuntaba justo hacia sus labios. Su vagina rezumaba de jugos por lo que a otro de sus primos no le costó nada clavársela. Jessica devoró su verga con voracidad, sintiendo como cada vena se deslizaba ásperamente por mis delicados labios, hasta que finalmente la gruesa cabeza pegó contra su garganta, su hermano la cogía de los cachitos para asegurarse que dejara de mamar. Mientras que con una de sus manos pajeaba de a su primo que le acariciaba y pellizcaba los pezones. - "T-tómatelo, TODO. " –dijo su hermano. Su lengua nadaba en aquel mar de leche mientras su boca tragaba sin parar la semilla de su hermano, hasta que lo dejó ...
    ... seco. Gruesos hilos blancos colgando entre sus labios y la punta. Roja de vergüenza, usó sus dedos para limpiar sus labios, aunque sus pensamientos eran un caos. - Dios, no, ¿Qué he hecho? Ay, no… ¿Qué he hecho? El hambre sexual de Jessica era tan voraz que guiaba las manos de sus primos por su cuerpo, como si fuera una perra en celo. Jessica guió la punta del miembro de su primo hacia su coño. Las caderas de su primo comenzaron a moverse hacia adelante para penetrarla, ensanchando sus labios vaginales. Se estaba volviendo loca de placer, ya que cada movimiento suyo restregaba sus pechos contra su cuerpo y electrizaba su piel clavando sus uñas en su espalda. Los chicos se turnaron para disfrutar ese apretado coño rosado con vellos rubios. Jessica gritaba, retorciéndose en éxtasis debajo de su hermano, abriendo la boca a sus primos, en mil poses lujuriosas y sin poder controlarse. Luego de tantas corridas, los agujeros de ella chorreaban semen y fluidos. Descansaron un rato y procedieron a lavar su cuerpo con paños. A la mañana siguiente, ninguno de los que fueron drogados recordaría lo que pasó. 
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