1. San Bernardo


    Fecha: 02/08/2018, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... era caliente y me quemaba por dentro, era algo difícil de describir. Yo me retorcía y era hermoso como me sentía sometida y humillada. ¿qué hubiese pasado si me hubiera visto alguien? ¿y si llegaba el jardinero? ¿Si mi Laura me viera, me dejaría?... Todas esas interrogantes me hacían sentirme la peor de todas pero a la vez me sentía la más puta y la más sexy. Lloré como una loca sintiendo cómo acababa dentro de mí y me imaginaba estúpidamente que tendría cachorritos en unos meses. Parecía una niña asustada sin saber lo que sucedería. De pronto sentí que el muy pervertido pegado a mí, quería continuar cogiéndome y empezó a jalar, se movía hacia delante y cedía me jalaba y retrocedía, yo sentía como le punzaba su ¡¡¡vergota!!!, estaba hasta dentro y el seguía, retrocedía y jalaba más y más rápidamente, era diferente ya que el no estaba encima de mi, me sentía mas cómoda y sentía su enorme verga atrapada dentro de mi vagina con su enorme bola destrozándome interiormente la entrada de mi panocha, hizo esto durante un breve rato hasta que volvió a echarme otros chorros de semen hirviendo tanto que Explote toda, que creo, que de mis tetas tan duras como una piedra salía una especie de liquido transparente y mis pezones parecían medir un centímetro. Me comencé a asustar cuando noté que no se despegaba, había leído por ahí que ellos se despegaban cuando el macho acababa en la hembra, pero éste ya lo había hecho dos veces, su cola se meneaba en el aire como ...
    ... si estuviera contento de tenerme atada para él. Yo en cambio caía una y otra vez en nuevos orgasmos resultantes de sus movimientos acompasados dentro de mí. Luego de una media hora no logró soltarse y se echó conmigo pegada a él en el piso, ladrando de felicidad imagino, mientras me forzaba su cosota a estar con él detrás, lamiéndome el cuello y las orejas como agradeciendo lo lindo que me había cogido y que me estaba cogiendo, parece que las diferentes anatomías habían tomado un rumbo bastante extraño ya no podía zafarme, se imaginan. El perro echado en el suelo y conmigo entre sus piernas, con un miembro rojo enorme, enormmeeeee, atravesándome toda.... Era algo realmente perverso y excitante, algo no probado por mí nunca y que me estaba volviendo loca...de placer. Pasaron varios minutos más hasta que empezo a jalar, y noté cómo lo sacaba lentamente al desiflamarse, un poco, el bulbo de su pene, el se paro, dejandóme en el suelo con las piernas abiertas chorreando de todo por ellas, mi vagina estaba totalmente abierta creo que me entraba la mano completa y el con su enorme pene rojizo colgando, y pude observar su bulbo como del tamaño de un puño, pense de que tamaño estaria cuando me tenia pegada y no lo podia sacar, era enormeee realmente enorrrmmmeeee!!!. Quedé así tirada por una hora más dándome cuenta que eran casi las 2 de la tarde, me incorporé como pude y me di una ducha pensando en los muchos días que quedaban hasta que volviese mi Laura... 
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