1. Entregando a Lorena 33


    Fecha: 02/08/2018, Categorías: Sexo con Maduras Voyerismo Sexo Duro Autor: aristurman, Fuente: xHamster

    ... acercó por detrás a Lorena y sin decir palabra la tomó por las caderas y de repente se hundió en ella.Pude ver que mi esposa abría la boca para gritar, pero no pudo exhalar un solo sonido.Su atacante permaneció unos segundos quieto y luego comenzó a bombear e manera furiosa, hacienda que Lorena se pusiera en puntas de pie con cada embestida.“Tenías razón, Willy… tiene la concha bien caliente… y muy apretada…”El tal Willy sonrió y me miró con sorna, mientras su amigo seguía bombeando furiosamente a mi esposa desde atrás.Desde el suelo podía ver la cara de Lorena reflejada en los espejos. Ya parecía que el dolor inicial había dado paso al placer, porque ya no se quejaba, sino que ahora suspiraba y gemía suavemente…De repente el tipo que estaba cogiendo a mi mujercita se quedó quieto y gruñó como un oso salvaje, demostrando que estaba vaciándose dentro de la delicada vagina de mi esposa.Se apoyó sobre la espalda de ella y le besó la nuca, diciéndole algo al oído que no pude alcanzar a oír…Luego se salió del cuerpo de Lorena y le cedió el turno a su amigo.Willy me miró mientras sacaba a relucir su tremenda verga. Era realmente enorme y supe que esta vez Lorena iba a sufrir un poco más.El tipo se ubicó detrás de mi esposa y se volvió hacia mí:“Le das ...
    ... por el culo a la putita de tu mujercita? Me preguntó sonriendo.Antes de que yo reaccionara para responderle, Lorena suspiró suavemente, diciendo que sí…Willy se largó a reír a carcajadas y, frente a mi cara de terror, me dijo que la cogería por la concha, ya que su amigo Daniel la había dejado lista…Tomó a Lorena por la cintura y sin piedad le enterró esa enorme verga en su humedecida concha. Esta vez mi mujercita aulló de dolor y no dejó de hacerlo durante las salvajes embestidas que le pegó Willy durante un buen rato.Finalmente el tipo también acabó en esa delicada vagina.Lorena había sufrido bastante con el embate de esas dos vergas y ella no había podido acabar, a pesar de que algo de placer le habían provocado entre ambos.Los dos hombres salieron del baño sin decir una palabra. Yo estaba inmovilizado en el suelo y Lorena seguía reclinada sobre el lavatorio. Podía ver el semen de esos dos hijos de puta deslizándose entre sus muslos, manchando sus calzas todavía arrolladas en sus rodillas.Le pregunté si se encontraba bien. Ella suspiró y contestó que estaba muy dolorida, porque ambos hombres la habían cogido de manera brutal.Pero también se puso a llorar y me pidió perdón… porque esas enormes vergas la habían hecho gozar como una verdadera perra… 
«12»