(1) Squirting (eyaculación femenina)
Fecha: 03/08/2018,
Categorías:
Grandes Relatos,
Fantasías Eróticas
Autor: Caminante, Fuente: CuentoRelatos
No sé el tiempo que ha transcurrido, tampoco que me ha ocurrido, y no recuerdo nada. He despertado de una forma extraña, es como el que vive una vida y se cambia a otra, pero si se quién soy e intento no modificar nada, que nadie se dé cuenta de mi alteración y siento que una mano se posa en mi hombro derecho, giro la cabeza en su dirección y descubro un rostro de mujer desconocido para mí, me preparo para afrontar el problema, acerca su rostro a mi oreja y me habla en voz muy baja, tengo alguien a mi izquierda y empiezo a escuchar ruido ambiental, donde hay mucha gente, ruido de vasos, risas, y me centro en esa presencia cercana, y ahora el sentido de la vista vuelve, estaba en la más profunda oscuridad, he leído mucho sobre esto que me ocurre, se denomina tránsito, y es como la muerte, ese tránsito es un salto apoyado en la muerte, dicen que es muy arriesgada esa forma de huida y eso me da que pensar ¿de qué huyo? Esta madrugada lo lograste, me siento despistada, fuera de juego, no controlo nada de mí y he pedido el día libre, he mentido en la causa, pero es que el orgasmo no termina, queda un residuo que no me deja pensar, parece que sigues ahí dentro, aun te siento ¿Qué me has hecho? - ¿Quién eres? Aventuré medio sonriendo, intenté el gesto bromista ya que no recordaba nada, y pensaba en el salto. - Deja ese juego, me aseguraste que mi frigidez desaparecería de inmediato y eso se ha cumplido. Pero lo que me aterra es como lo conseguiste. Seguí empleando el mismo tono ...
... ausente y de guasa. Intentaba recordar pero sin conseguirlo, el salto nunca deja puentes. - Ahora todo ha cambiado, no será como cuando eras virgen, y lo bueno es que tendrás orgasmos diferentes, debes aprender a controlar… te –Dije con cierto tonillo. - No seas cretino, me dijiste que el primer paso era entrar en frío, es decir, me metiste el penetrador en seco. Y a pesar del fuerte dolor que sentí, tú afirmaste que la cura estaba en ese proceso, el orgasmo tiene dos vertientes, placer y dolor, y yo tenía la réplica del orgasmo en frío, como si fuera las réplicas de un terremoto, ese residuo que se pierde lentamente mientras se aleja. - No me has hablado de tus pezones. - Como piedras, así permanecen desde entonces, y si me roza algo siento cierto gustillo que termina en una ligera molestia, como si los hubieran usado de mala forma. - ¿Qué recuerdas? - Lo tengo difuso por qué flotaba, me untaste algo en los pezones y luego sentí que algo los rozaba, no me parecieron tus dedos, no sé. - Fueron tus manos, te lo ordené yo. - ¡No me jodas! ¿Tan fuera de juego estaba? - Si, y no estabas fuera de juego, decías de aguantarme dentro el máximo tiempo posible, por si era la única vez que lo conseguías. Silencio por su parte, aproveché para remachar la obra. Sus recuerdos me iban a proporcionar más clientas y mucho dinero. - Y supongo que no recordarás la misión que tienes que cumplir hoy. Titubeo, iba a decir algo y callaba. - No lo recuerdo – Dijo con cautela. - ¿Recuerdas el palmeral? - ...