Mi Primera vez en la cama con otro Hombre.
Fecha: 06/08/2018,
Categorías:
Gays
Autor: LOsservatoreRomano, Fuente: SexoSinTabues
... al coito y no mames! Sus huevos estaban tocándome las nalgas! Tenía casi 20cm de caramelo macizo adentro! Hasta que dejé de sentir extraño, empecé a sentir placentero tener a mi Macho adentro de mí, y de mi culo. De hecho sentía raro o feo cuando se salía totalmente. Definitivamente no sentía nada rico cuando Él me sacaba su pene. Entonces me dijo que ya estaba listo. Me enamoró que me hubiese tratado con cariño y que me hubiera cuidado y preparado. No nada más que me la dejara caer, sin importarle si Yo sufría. Me hizo el amor muy rico. Le pedí que nos tomara fotos con su teléfono celular cogiéndonos en cada una de las posiciones que hicimos. Comenzamos poniéndome a mí en cuatro patas y él encima de mí enterrándome su fierrote. Yo sólo sentía Delicioso y nada más que no fuera placer. Me gustó de sobremanera escuchar y sentir sus bolas chocando contra mi culo, haciendo el clásico chacoteo o ruido de testículos pegando en un culo. Después, me volteó bocarriba, alzó mis piernas por encima de sus hombros y me hizo el amor en esa posición. Me gustaba mucho jugar el rol de la mujer. Además, repito: Me hizo el amor muy rico, pues durante el Coito él me estimulaba mi pene y me acariciaba los testículos. Mi compañero sí que era todo un maestro en las artes del Sexo entre Varones y los placeres Homosexuales. Entre caricia y caricia del masaje y la cogida que me estaba dando, añadió aceite de coco y lubricante y me dejó de fornicar para meterme sus dedos mientras me hacía un riquísimo ...
... oral. De vez en cuando su boca dejaba de chupar mi Verga para ir a urgar entre mis nalgas y sus dedos frotaban mi ensoñada Verga. De verdad que qué mamadotas de verga, huevos y culo sabía él dar. Su lengua era inquieta y traviesa, siempre intentando entrar a través de mi ano. La verdad es que mi esfínter estaba tan relajado y agrandado que me metía su lengua en el culo a voluntad. Yo muchas veces creí que me daría un paro cardíaco. Me hizo gozar muchísimo. Yo me acomodé para posicionarnos en mi tan amado 69 de Vergas. Seguía feliz mamando de su verga, la cual sabía diferente, no a mierda, pero sí sabía diferente por haber ultrajado el santuario de mi recto. Me fascinó el nuevo sabor de su verga a mi propio culo. La idea de probar mi culo a través del pene de mi Macho, me hizo sentir deseado, protegido y satisfecho. Le chupaba el pene a mi Hombre como un becerro pegado a la ubre de la vaca. Fue muy delicado, sutil, jamás me dolió. Lo único doloroso fue al principio cuando su cabezota se abría paso entre mis nalgas. Se quedó quieto unos minutos mientras yo le acariciaba las bolas. Después me volvió a poner en cuatro patas, pero esta vez no se me montó él encima, sino que disfruté de sus embestidas y cogidas en la folclórica posición “de a perrito” o “de perrito”. Me gustó. Varias veces cesaba su vaivén y me la sacaba sin avisarme porque estuvo a punto de venirse. Le dije que no me la sacara, que me había acostumbrado a sentirlo dentro de mí. Que se quedara quietecito. La verdad ...