Cógeme como me coge mi vecino
Fecha: 07/08/2018,
Categorías:
Confesiones
Erotismo y Amor
Autor: Zaratustra, Fuente: CuentoRelatos
... hasta arriba de las rodillas mientras chupaba mi teta izquierda y me dedeaba. Así estuvimos un rato, gente subía y bajaba por las escaleras de vez en cuando y se quedaban un rato a observarnos. - No les importaba que los vieran? pregunté tontamente. - No, estábamos en lo nuestro. Después le saqué la verga y estuvimos masturbándonos un rato en la escalera, yo en el escalón de arriba y el en el de abajo. - Y después? - Después me penetro. No duramos mucho, ya estábamos muy calientes y se vino dentro de mí. - Y después? Después me llevó a mi casa porque ya era muy noche y en el camino se la fui mamando, y ya fue todo. - Lo hiciste venirse otra vez? - Si, se vino en mi boca y me los comí. Cuando terminó el relato acelere violentamente la velocidad y violencia de mis embestidas estocándola hasta el fondo de su ligero y pequeño cuerpo y en unos segundos expulse una violenta descarga de espesos mecos calientes que acabaron en su cara, cabello, cuello y senos. Caí rendido sobre ella embarrando mi pecho con mis propios mecos pero no me importó. Me sentía totalmente ido, shockeado, incapaz de hilar pensamientos, era una vorágine de sentimientos encontrados. A la ira se superponía el deseo, a los celos la envidia por Álvaro, a mi amor el odio de saberme traicionado. Mientras yacía sobre ella pensando Alicia me acariciaba tiernamente la cabeza, como consolándome. - Qué quieres que hagamos Ángel, me preguntó con dulzura. Al menos la palabra hagamos me dio esperanzas. Comenzamos a hablar ...
... y supe que Álvaro fue quien la hizo mujer a temprana edad pero que nunca fueron novios ni nada, era puro sexo lo suyo, pero que por el simple hecho de ser su vecino los encuentros sexuales se hacían casi imposibles de evitar sabiéndose ambos al alcance del otro y días aparentemente normales acababan con episodios sexuales en el parque de frente a una pared alzando el culo para ser penetrada desde atrás o en el cuarto de los papás de Alicia cuando estos salían y Álvaro llegaba "casualmente" a saludarla, o en las fiestas de la colonia donde acudían ambos y al calor de las copas y el baile acababan liados el uno dentro del otro. Oyendo esas historias mi verga volvió a tomar vida y volví a penetrarla ahora a cuatro patas. - Así te gusta que te den cabrona?, le pregunté mientras hundía nuevamente mis 23 centímetros de picha en su humeante concha sudada con olor a pescado. - Así te gusta? le volví a inquirir. - Si puto, me contestó, así me gusta que me den - decía casi gritando mientras paraba su hermoso y blanco culo ofreciéndomelo lascivamente. - Dámelo así cabron, jópeme como la puta que soy. Se salió de mí y me aventó a la cama quedando boca arriba y se montó en mis ingles pero sin empalarse. Sentada sobre mis ingles empezó a culearse sobre mi haciendo que mis huevos rozaran su clítoris mientras con la mano derecha me la chaqueteaba rozando con su puño todo lo largo de mi picha encendida. La visión de verla empotrada sobre de mi acariciándome la verga deliciosamente con su puño ...