El despertar del mal.
Fecha: 03/09/2017,
Categorías:
Fetichismo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... consiente por experiencias pasadas del estilo de lucha de su enemiga, ya se esperaba algo así, frustrando su intento, pues con su izquierda la había bloqueado rodeado su blanco cuello, apretando con fuerza para ahogarla, dejarla sin aire y disminuir su movilidad: ― ¡Finalmente, cuando todo este dicho y hecho, tirare vuestros estúpidos huesos al fuego, y así recordaré el calor que os arrebataré este mismo día!. Sin embargo para la mujer que poco le costó soltarse, pues aún en su vulnerable forma humana seguía siendo mucho más fuerte que un humano común y dos veces más que su oponente, consiguiendo desorientarlo de un golpe de campana que dio hacia atrás, haciéndolo retroceder. ―¡Oh, pero qué boca tan sucia tenéis! -Asmos quitó entonces su mano y con hacerse hacia adelante deshizo el candado de ahorcamiento, alejándose de ese modo para rápidamente girar sobre su pie derecho, levantando ligeramente el pie izquierdo con el flexionar de su rodilla, pudiendo serle más sencilla la tarea de girar, para volver a quedar en postura triangular, a la vez en que hacía lo mismo con su espada realizar un corte descendente en diagonal a la cabeza del cazador. ―¡Y cuando termine con vos, no quedara nada! - Y a pesar de que él había atestado, este fue desviado una vez más en un movimiento de defensa media de la zurda, pues llevaba brazaletes de cuero por encima de las mangas de su cota de malla y fue su muñeca izquierda, que aunque no había podido ser cortada, el golpe había sido tan fuerte ...
... que no había podido evitar que su muñeca fuese fracturada y el dolor se hiciera presente, junto con una ligera inflamación que no fue notoria hasta minutos después. Fue así como Walter rápidamente se adelantó hacia ella, sacando provecho de la cercanía entre ambos contrincantes, pues había empujado con anterioridad el arma de su enemiga, acto seguido, se inclinó para para poder abrazarla por debajo de su cintura, atrapando e inmovilizando también por consiguiente la diestra, hundiendo su cabeza tras el costado izquierdo de la rubia, como si intentase cargarla, de esta forma le sería más complicado para ella intentar cortarlo, más del suelo no la levantó, sino que su espada soltó para conseguir cogerla, empujarla hacia el frente con todo el peso de su cuerpo para hacerla caer. Una vez teniéndola tendida en el suelo Walter entonces decidió montarla; Y con gran denuedo sobre la fémina se trepaba,, asegurándose rápidamente de tomarla de su diestra y fracturar su muñeca, obligándola así a soltar su espada, misma que empujó fuera de su alcance con su pierna derecha. Quedando de esta forma sentado sobre el vientre de su víctima, disminuyendo con su peso la respiración del demonio, por más que la dama realizase movimientos pélvicos hacia arriba como una técnica para hacerlo perder el equilibrio y quitárselo de encima, este resistía y se aferraba a permanecer allí, recargando sus doscientas veinticuatro libras sobre su estómago, buscando debilitarla, para ese punto yacía un tanto ...