a) La visita de Rafael
Fecha: 11/08/2018,
Categorías:
Gays
Incesto
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... noches de estar aquí y quiero que durmamos en tu cama, estos días volverás a ser la putita consentida de tu hermano, ¿estás de acuerdo? -Sí Rafa, será como tu ordenes. Nos levantamos y se limpió la leche que aún tenía en la verga y el pubis con la sábana y me la entregó. -Límpiate lo que te escurre por las piernas y te sale del culo, mañana recoges y lo limpias todo, ahora vamos a dormir. -me abrazó durante mucho un rato dormido, yo escuchaba sus suaves y varoniles ronquidos hasta que me dormí también, sin dejar de pensar que estábamos en mi cama, el lugar donde hasta el presente solo me había follado mi amado y ahora la compartía con mi hermano. A la mañana siguiente y después de desayunar, lo acompañé hasta la puerta del edificio donde tenía que presentarse, esperé tres horas a que saliera, era la hora de comer y buscamos un restaurante. -¿Cómo te ha ido? ¿Tienes buenas vibraciones? -levantó la vista mirándome y se encogió de hombros. -¡Vah! He tenido tantas entrevistas que no quiero hacerme ilusiones, es mejor. Lo que tenga que pasar lo sabremos. -hablaba como si no le importara y yo sabía que estaba preocupado. No entendía que tuviera tantos problemas para conseguir un trabajo, que los que le entrevistaran no supieran ver su valía. Era inteligente y ocurrente al hablar, sus notas no habían sido malas y además era un hombre perfecto, atractivo hasta hacer que bajaras la mirada ante él. A cualquier lugar que fuera las chicas le miraban con deseo de tenerle y algunos ...
... hombres también. Entonces, ¿qué sucedía para que la suerte no le acompañara? Teníamos la tarde libre y le ofrecí ir al parque, al lago que había en el. Alquilamos una barquita y remó hasta que estuvimos en el centro, allí nos tumbamos en el fondo de la embarcación. -Vas a manchar tu traje y lo necesitarás para mañana. -Si, teníamos que haber ido para cambiarme de ropa, pero luego lo puedes arreglar y dejarlo presentable. -Rafael continuaba considerándome el sirviente de ellos, lo que siempre había sido en mi casa, sirviente para hacerles sus cosas y para utilizarme en la cama. Con J.C. había empezado a perder el sentido de mi vida pasada, servir a los demás había sido mi máxima. Llegamos a casa y nos quitamos la ropa, él se quedó con un slip blanco y me trajo el pantalón y la chaqueta para que los cepillara, si hubiera sido antes se lo podría haber llevado el servicio de lavandería, pero no había tiempo y tampoco estaba tan mal. Se lo cepillé y colgué en su percha para la próxima entrevista. -¿Quieres tomar una cerveza mientras preparo la cena? -me miró burlonamente y se acercó abrazándome, me dio la vuelta colocando mi culito en su entrepierna. -Lo que quiero es que prepares la cena desnudo, tener tu rico culito a mi disposición, ya sabes lo que me gusta, la cerveza me la pondré yo conozco donde las tiene Juancar. Me quité toda la ropa en la habitación y volví desnudo, estaba en la cocina, sentado sobre el mostrador con una lata de cerveza en la mano y comencé a hacer el trabajo ...