Albañiles en celo con la ejecutiva
Fecha: 11/08/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... No podía entender eso que sentía. Otro hombre muy moreno y de estatura media, comenzó a quitarse el pantalón de mezclilla, después la camisa a cuadros azules, hasta quedar desnudo completamente. Se puso detrás de mi y pego el pene en mis nalgas, pude sentir lo caliente del miembro, así como también pude sentir como se excitaba ya que lo sobaba en mi culo fuertemente. Su pene era chiquito, pero muy grueso como un pepino,, tenia un color rosa y de la punta le salía un tipo de liquido viscoso, y transparente. Agarro mi falda y le rompió el cierre, esta cayo al suelo, dejando al descubierto mis nalgas grandes y frondosas, vestidas con una tanga diminuta, roja y gruesa de encaje se pegaba a mi culo como si lo levantara y lo redondeara. Después me dijo al oído : te va a gustar lo que te vamos a hacer., y lentamente tomo mis tetas con sus manos, las apretaba y las acariciaba, mientras me repegaba el pene en el trasero excitado. El hombre que no parecía albañil se volvió a acercar, y lentamente me desabrocho el brassiere, y una ves que me lo quito, de una bolsa de mandado tomo un hielo y comenzó a pasármelo por los pezones. Mis pezones eran rositas y resaltaban en mis tetas blancas, parecían dos kisses en un helado de vainilla, tenían un rico olor a leche caliente. Y comenzaron a pararse y excitarse con el hielo. Me sentía mas sensible, y hasta el roce con el aire me excitaba. Un ultimo hombre se acerco a mi, pense que ya lo había visto antes, estaba desnudo, tenia la piel ...
... trigueña, ojos negros, nariz grande y olía mucho a alcohol, y a un perfume de menta con sudor. Me arrojo al suelo y fue así como pude ver su pene, era de un color mulato, estaba totalmente erecto, me pareció muy largo y delgado, y sus huevos eran tan grandes como peras, comenzó a golpearme la cara con el como si estuviera cacheteándome. Me tiro al suelo y me dijo : Voltéate Zorra. Una vez que yo estaba tirada en el piso, comenzó a besarme las caderas, con sus manos hacia círculos en mi piel, y me mordisqueaba las nalgas. Tomo un cuchillo y corto mi mini tanga, le excitaba el peligro de un cuchillo pegado a mi piel, primero le hizo un hoyo a la altura de la vagina y comenzó a olerme y a chuparme por ahí, después corto la tanguita por los lados, y siguió despedazándola en mi cuerpo hasta que quedo desecha. De mi vagina salía un rico olor a sexo caliente y un lubricante blancuzco y viscoso. Me daba la impresión de que ya no podría aguantarme el placer que sentía. Se paro y me hinco desnuda. Se podían ver mis tetas grandes, como melones, me seguí sintiendo muy confundida, no sabia si podía seguir resistiendo, o acceder libremente a sus deseos. Comenzaron a desnudarse y a murmurar entre ellos. El chaparro se acerco desnudo a mi y puso su pene en mi boca bruscamente. El pene era grueso y mediano, era suave y estaba muy duro, era de color blanquito, y una vez que estaba en mi boca comenzó a empujar mi cabeza bruscamente hacia enfrente y para atrás. Después empezó a gritar como animal ...