La boda de Mónica
Fecha: 11/08/2018,
Categorías:
Humor sexual
Sexo Duro
Sexo en Grupo
Autor: itaait, Fuente: xHamster
Tomando un café a las 7:45h. antes de entrar en clase, cuando faltaban unos 7 meses para graduarnos, Mónica nos anunció que se casaba. Ella era una de mis mejores amigas de la facultad, con quien había forjado una estrecha relación tras compartir nervios en las vísperas de exámenes, ilusiones sobre nuestra futura profesión, conversaciones distendidas en el café de la universidad, críticas feroces a nuestros profesores, trabajos terminados a última hora... Ella tenía 29 años y hacía 9 que estaba saliendo con Pablo. Yo tenía 21 y me encantaba conversar con ella. Era inteligente y siempre tenía alguna historia increíble para contarnos que nos dejaba encandilados, no sólo por la historia en sí, sino también por la forma magnética que tenía de contarlas. La veía como la hermana mayor que nunca tuve. Siempre me impresionaba lo elegante que resultaba vistiera lo que vistiera. Todo le quedaba que ni a un maniquí de escaparate de tiendas de alta costura. Su esbelta figura quedaba ensalzada por sus andares, contornando sus caderas y haciendo que tanto los chicos como las chicas de clase la siguiesen con la mirada al pasar. Siempre pensaba que Pablo era muy afortunado por estar con ella, aunque él parecía merecerla. Sus tatuajes en los brazos y parte de la espada le daban un aspecto rebelde, pero la trataba como a una reina. Mónica era risueña y no tenía ningún pudor en hablar alegremente de su vida íntima con nosotras. Así, cuando nos juntábamos las dos con Miriam, una loca ...
... fiestera que cada fin de semana estaba con un chico diferente, siempre terminábamos hablando de sexo. Mónica nos había contado que le gustaba que la ataran, que le vendaran los ojos, que le pegaran en el culo, que se la metieran fuerte, hacerlo en el baño frente al espejo de encima la pía para poder verse, fantaseaba con hacer tríos… Por la noche, cuando llegaba en casa, sus historias se convertían en mi fetiche para mis placeres onanistas. A pesar que las historias de Miriam aparentemente eran más variadas, porque los protagonistas siempre eran distintos, a mí siempre me dejaban más excitada lo que contaba Mónica. Así, imaginaba a Mónica siendo sodomizada por Pablo, agarrándola con fuerza por la cabellera, gritándole toda clase de vejaciones y metiéndole rítmicamente su grande rabo, que según ella Pablo tenía, produciendo las delicias de ella que pedía más y más entre gemidos de placer exponencial. A veces me imaginaba a mi misma en el lugar de Mónica, siendo follada brutalmente por Pablo, siendo yo la que me volvía loca con sus fuertes embestidas y pidiendo más. No había decidido cuál de las dos situaciones me excitaba más, así que algunas veces me imaginaba como la protagonista, y otras veces simplemente me excitaba con la escena de ellos dos cabalgando desnudos, sudados de tanta pasión, sintiendo su deseo y dejándome loca con sus goces, en mi rezagada posición secundaria de voyeur.Durante bastantes días estuvo poniéndome al corriente de todos los preparativos de la fiesta de ...