Mi sobrina Florencia se hizo adicta al sexo total
Fecha: 13/08/2018,
Categorías:
Anal
Sexo Duro
Tabú
Autor: pepitito, Fuente: xHamster
... amamantarme. Entretanto mis manos buscaron y encontraron su vagina, que penetré con mis dedos. Juro que no podía parar, tal era la locura que se había apoderado de mí, para gloria de Florencia que gozaba con mis juegos. Realmente no recuerdo cuanto tiempo estuvimos en esas lides, pero debieron ser muchos minutos.Cuando, me detuve unos segundos para respirar profundamente, Florencia, que también había llegado al estado de ebullición, me propuso pasar al dormitorio. Allí, como si me llevara el diablo, le quité sus prendas y urgía que hiciera lo mismo conmigo. Desnudos ambos nos arrojamos abrazados a la cama. Entonces Flor me dijo• Tío, hay quiero que me trates como a una puta, quiero que hagas de mi lo que se te ocurra por más guarro que parezca. Estoy súper caliente y quiero gozar al máximo de tus caricias y juegos.• Descuida mi amor, que te trataré como a mi puta. Te voy a comer toda, de la cabeza a los pies.• Si tío, dale, como lo hiciste la primera vez, que con eso te robaste mi corazón y mi cuerpoEsta vez empecé por los pies. Uno a uno besé y chupé los dedos, los empeines. Subí por sus piernas y muslos besando y chupando cada centímetro de recorrido. Al llegar a la entrepierna, besé los muslos que rodean la vagina pero, exprofeso, no toqué su vulva. El recorrido me llevó a su pubis. Lo encontré peludo como a mí me gusta, pero prolijo como si hubiera ido a la peluquería. Refregué mi cara en ese pelambre y subí hasta su ombligo, mi lengua escarbó allí y logró que Flor se ...
... tensara visiblemente alterada y comenzara a suspirar profundamente.El viaje erótico siguió hacia sus axilas, me detuve claro está en sus dos tetas a las cuales dediqué tiempo lamiéndolas y chupándolas. Jugué con mis labios y dientes con sus pezones, que estaban durísimos. Seguí con su cuello y cara. Juntamos los labios para besarnos mientras la abrazaba muy fuerte. Le pedí que se volteara, para iniciar el mismo recorrido, pero por su parte trasera. Comencé con sus tobillos, pantorrillas, muslos, y al llegar a su culo, lo besé apasionadamente en toda su superficie. Mordí, suavemente sus cachetes y me deslicé hacia su espalda. Terminado el viaje, le pedí que se volviera de espaldas y abriera sus piernas. Había llegado el momento de comerle la almeja, algo que desde siempre fue uno de mis mayores placeres sexuales.Ataqué su vagina en forma salvaje. Hundí mi cara en su panocha para olerla y degustarla. Con mi lengua revisé cada rincón de su entrepierna y el interior de su vagina. Cuando le tocó el turno al clítoris, Florencia, que ya había dado muestras de estar llegando a su éxtasis final, me hundió la cabeza en su sexo y se vino con un orgasmo terrible por su intensidad y duración.• Que hermoso es esto tío, me derrito. Me gusta, que lindo. Dijo con voz entrecortada• Estás gozando putita mía?• Si tío, por favores no pares, sigue así.• Te voy a volver loca de placer• Sí, sí. Ya estoy loca, dame más con esa lengua perversa que tienes• Te voy a seguir comiendo el chumino hasta que no ...