1. Una experiencia distinta


    Fecha: 05/10/2017, Categorías: Anal Sexo Duro Voyerismo Autor: rednap007, Fuente: xHamster

    ... pidió nuevamente que me pusiera boca abajo, y comenzó a usar sus brazos sobre mi espalda. Yo veía el suelo a través del pequeño hueco de la cabecera de la camilla, y pude ver sus pies delante de mí. Al momento, se detuvo, y escuché como manipulaba algo, no le di importancia y comencé a sentir sus brazos, finos, sobre mi espalda, y cómo el pecho se apoyaba en mi cabeza. Me sentí extraño al percibir sus pechos sobre mi cabeza, mientras sus brazos seguían moviéndose por mi espalda, aunque reconozco que comencé a excitarme. De pronto, vi cómo la chaqueta blanca que ella vestía estaba en el suelo, cerca de sus minúsculos pies. Justo en ese momento ella paró. Pero no dijo nada. A mí me había subido el pulso, solo de imaginar que sus tetas y mi cabeza habían estado separados por un sujetador. Mientras yo intentaba controlar mis instintos, observé de nuevo que sacaba los pies de los zuecos, mostrando unos minúsculos dedos forrados en unas medias blancas. Nuevamente se aceleró mi pulso al tiempo que la presión de sus brazos sobre mi espalda descendía. "¿Estás cómodo?" susurró. Casi no acerté a contestar... "me alegro, me gusta verte relajado y recuperándote".Su voz era tenue, sensual, muy femenina... y Marian tenía razón, hablaba un perfecto español. Todavía sin volverme, le dije "Muchas gracias por todo, ya me siento mucho mejor", a lo que ella contestó "cariño, casi ni hemos empezado..."Aquellas palabras, con lo que ya había pasado e imaginado antes, provocaron que me excitase ...
    ... mucho más, de modo que me empalmé, y mi polla erecta se salió del minúsculo tanga de papel. "Ya puedes darte la vuelta, cielo" me dijo al oído... Como imagináis, no sabía cómo hacerlo, empalmado, desnudo y con una masajista de ensueño susurrándome cosas... Así que levanté la cabeza para girarme, y mientras tanto empecé a decir "lo siento, es que... son cosas... que...", pero rápidamente ella me puso su dedo en la boca. Entonces pude ver que estaba en ropa interior, también blanca, unas bragas bonitas, un sujetador a juego y medias blancas hasta las rodillas. "Tranquilo, date la vuelta y quédate boca arriba, yo seguiré trabajando..."Me volví siguiendo sus instrucciones, sin perderla de vista, y vi cómo se acercaba a mi polla, que había quedado a la vista. "Hmmm qué buen aspecto... vamos a ver cómo está..." Casi sin darme tiempo a reaccionar, se dobló sobre la camilla y comenzó a chuparme la polla, despacio al principio, sin alardes, pero poco a poco comenzó a comerla entera, hasta que vi y sentí cómo su barbilla chocaba contra mi muslo. Su pelo ondeaba con cada subida hasta la punta, y de nuevo vuelta abajo. Me estremecí y las piernas me temblaron. No había tenido sexo en una semana, e intenté pensar en cosas desagradables para no correrme; entonces, como si me hubiera leído la mente, cogió mi polla con la mano y apretó fuerte en la base, cortando toda posibilidad de que eyaculase. "Ya está, guapo, ahora estás listo para darle a tu niña lo que quiere".Mi corazón iba a mil, y peor ...
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