Cliche de otra dimension - Relatos Eróticos

Cliche de otra dimension

Rodrigo es un chico de 16 años de complexión promedia, pelo negro corto, ojos café y tez clara. Aunque tiene una vida social normal, no ha tenido suerte con las chicas. Una noche le dijo a sus padres que se quedaría a dormir en la casa de un amigo pero el tenia otros planes; se encontró por Internet uno de esos rituales y por eso se dirigía a una casa abandonada con las cosas necesarias en su mochila. Una vez ahí, prepara las velas, el circulo y las inscripciones en el piso, incluso puso un par de gotas de sangre y se puso unas bragas de su hermana en la cabeza, tal como decía en las instrucciones. A la media noche se dispuso a recitar las palabras y seguir el ritual, cuando termino no paso nada, intento una segunda vez y el resultado fue el mismo. Sintiéndose como un tonto se recostó en el suelo. De pronto, una esfera de luz aparece y de ahí sale lo que parece una mujer; alta, voluptuosa, ojos violeta y pelo azul cobalto que le llega a la cintura, tiene piel de color azul claro, sus antebrazos tienen una cubierta lustrosa y protuberante de quitina que igual se encuentra en sus manos y en la parte de las pantorrillas y sus pies. La quitina también se encuentra ceñida en sus pechos y su entrepierna, la quitina es de color azul cobalto. Su figura torneada se ve adornada de unas alas translucidas como las libélulas que a la luz parecen multicolor, un par de antenas en su cabeza y una cola mediana. El chico asustado se agazapa en una esquina mientras que la luz desaparece ...

... quedando la chica que solo ve una pulsera que lleva en el brazo. -¿e...eres tu?, ¿vas a cumplir lo que quiero?. El extraño ser se acerca mientras lo ve, se inclina y toma la hoja del ritual. Se levanta mientras le da un vistazo, presiona unos botones que lleva su pulsera y después de un par de minutos voltea de nuevo. -¡vengo por tu alma, ahora inclinate y no sufrirás tanto!. El joven obedece asustado, se inclina frente a ella con su cabeza en el suelo. -Perdoname la vida, la culpa es de Internet. Dice el chico con voz temblorosa. La extraña chica no lo soporta y suelta una risa sonora. -¡casi lloro de la risa!. Esto no funciona y no soy un demonio, solo fue coincidencia. La chica lo levanta dejando la cabeza de rodrigo a la altura de sus pechos dándole una buena vista de ellos. -entonces estoy a salvo, es un sueño extraño. Ella lo toma de la cabeza presionándolo contra sus pechos. -no es un sueño y en teoría no estas a salvo. Soy Yiqu-rnihua, mercenaria de la décima dimensión y vengo por un espécimen de este lugar y aparte de ahorrarme tiempo me alegraste el momento, por eso, si eres bueno no voy a lastimarte. Rodrigo abrió los ojos por la sorpresa y trato de alejarse pero yiqu era mas fuerte que el y no lo soltaba, forcejeaba como podía, hasta trato de apartarse apoyándose en los pechos de ella. Yiqu solo se ríe, le quita la braga de la cabeza y las antenas de ella se mueven un poco. -viendo las circunstancias tal vez hagamos un trato. Te daré lo que quieres antes de llevarte y ...