1. De repente, un extraño


    Fecha: 24/08/2018, Categorías: Hetero Autor: evamaniac, Fuente: RelatosEróticos

    ... tienes so guarra�. �Plas, plas� sonaba su miembro golpeándome la cara y la frente. Y entonces Akim apartó a un lado a Santi, me levantó por las axilas como un saco de patatas y me llevó de la mano a través de un pasillo hacia una habitación indeterminada que resultó ser el lavabo. Durante el camino mis tetas bailaban al son de mi sprint, y su rabo se mostraba a un lado y a otro golpeando sus propias ingles. Entramos los dos y atizó la puerta con la intención de cerrarla quedando, no obstante, entreabierta. Se sentó en la tapa del inodoro y me atrajo hacia él, me subió la falda hasta arriba y con una mano apartó mi braguita para proceder a una penetración que yo misma tenía que controlar. Mis pies estaban ya a cada lado y, mientras él aguantaba la tela arrinconada yo agarraba su polla para metérmela, dejándome caer sobre ella lentamente. Grité esa incursión, pero seguí bajando más y más hasta que noté que hacía fondo en mis entrañas. Entonces me quedé ahí quieta, temblando, intentando asimilar ese objeto extraño dentro de mi ser. Y apareció Santi por la puerta. �Voy a hacer que tu putita se corra varias veces�, largó Akim mientras respetaba mi cadencia física y psicológica. Santi se quedó mirando fijamente el cuadro cubista que tenía frente a él. Por primera vez me pareció verlo excitado porque se llevó la mano a su paquete, pero sin ir más allá, de momento. Yo permanecía literalmente ensartada a un cebón vulgar e irreverente, y no lo puedo negar: disfrutando al máximo la ...
    ... clavada. Un momento que quise reanudar moviéndome, primero hacia los lados, obligando a mis paredes internas chocar con mi ocupante, y después arriba y abajo flexionando las piernas que descansaban en el suelo. A medida que mi coño se lubricaba más y más yo misma aceleré mis movimientos extrayendo de Akim varios gruñidos que mostraban una excitación en aumento. Entonces me agarró de la cintura con sus dos manos y cogió las riendas de la cabalgada. Yo solo pude descansar mis manos sobre sus hombros a la vez que disfrutaba viendo cómo me empalaba, cómo su rabo de toro salía cada vez más mojado y blanquecino de mi interior. Mi frenesí iba a desembocar muy pronto en un orgasmo que no quise hacer patente. Sin avisar, intentando evitar la satisfacción y orgullo de mi caballo, llegué a un orgasmo muy intenso que me hizo vibrar mientras yo misma me tapaba la boca con la mano. Pero fue inútil: �Joooder... te estás corriendo, guarrita. Así me gusta�. Caí exhausta sobre él. Notaba en mi entrepierna toda la humedad que yo había eyaculado. Me levantó decididamente por la cintura para desencajarme y salir de mi interior. Santi disfrutaba con interés aquello que aún él no había sido capaz de ofrecerme. Akim se puso en pie y me �invitó� a meterme de nuevo su tronco en la boca. �Límpiala bien�, me encargó. Me arrodillé sobre una toalla doblada frente a él y me introduje la tranca hasta el fondo de mi gaznate, pemitiendo mantener esa dureza extrema que momentos antes me había invadido hasta el ...
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