1. Cuatro días de otoño


    Fecha: 31/08/2018, Categorías: Incesto Autor: kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... quieras. Hasta mañana, papá -Hasta mañana, hija. Al rato volvió Tamara con la braguita de encajes y la camiseta escotada. Le puso los pelitos en la boca, y le dijo: -Sigue tu instinto, perro. Ramón le bajó las bragas a su hija. Metió su lengua ente los labios, que estaban escandalosamente mojados. Lamió hasta el clítoris... Le dio la vuelta y trabajó su culo con la lengua... Le volvió dar la vuelta y le metió la lengua dentro de la vagina. Las piernas de Tamara comenzaron a temblar. Se retorció, y entre gemidos le llenó a su padre la boca de flujo. Fue la cosa tan rápida, que Ramón le preguntó: -¿Era la primera vez que te la comían? -Sí, papi, soy virgen en casi todo. Sólo tengo alguna teoría. Tamara le abrió la bragueta a su padre y le sacó la polla: -¡Qué gorda! Se la mamó. Mamaba de maravilla. Llevaba bien la teoría a la práctica... Paró de chuparla y le dijo a su padre: -Vamos para mi cama. Siempre quise que mi primera vez fuese en ella. En la cama, Tamara subió encima de su padre. Le dio las tetas a chupar. Ramón no dejó un centímetro de ellas sin besar, lamer y chupar. Tamara, ardiendo, le puso el coño en la boca a su padre, Ramón le comió el coño y el culo. Al rato, una pequeña cascada de flujo volvió a llenar la boca de Ramón. La polla de Ramón no paraba de latir y de echar aguadilla. Al acabar Tamara de ...
    ... temblar y retorcerse, se echó boca arriba en la cama y le dijo a su padre: -Estoy enamorada de ti. Me empecé a enamorar la primera vez que te hiciste el duro. -A mí me pasa lo mismo, y aún que fueses mi hija y no mi hijastra, te amaría igual. Se besaron largamente. Aprendiendo la hija a besar y el padre disfrutando de ser su maestro. Mirando a su padre a los ojos, dijo Tamara: -Llegó la hora de la verdad, papá. Quiero que me hagas tuya. -¿Estas segura? -Sí. Penétrame despacito. -Mejor sube tú, hija. Tengo miedo a hacerte daño. Tamara subió encima de su padre. Cogió la polla y la llevó a la entrada de su coño. Apretando los dientes metió el capullo. Le lloraban los ojos. Poco a poco, volviendo a apretar los dientes, besando a su padre y empujando con el culo, metió los 14 centímetros. Al tenerla toda dentro, besó a su padre y, de repente, comenzó a temblar y se volvió a correr. Cuando terminó de correrse, el flujo de su corrida hizo de lubricante y ya la polla entraba y salía produciéndole un gran placer... Ni dos minutos tardo en sentir que le venía. -¡¡Me voy a correr otra vez, papa!! -Córrete, hija, córrete. Ramón esperó a que acabara de correrse su hija, sacó la polla del coño y se corrió entre sus nalgas. Esa noche, Tamara, se corrió 6 veces más. Su primera vez fue de película. Se agradecen los comentarios buenos y malos. 
«123»