La granja: ¿Premio o castigo? (2) Tío Albert
Fecha: 01/09/2018,
Categorías:
Gays
Incesto
Autor: Crom, Fuente: CuentoRelatos
Ya resignado a pasar unos meses en aquel lugar descendimos del auto para entrar a la casa con la familia, todo había cambiado, la casa era sencilla pero estaba mucho más arreglada a comparación de años atrás cuando era un niño, todo estaba hecho de muy buena madera nada más entrar se podía visualizar una bonita sala con sillones rancheros de color marrón que estaban perfectamente alineados a una chimenea y con un televisor de esos cuadrados que parecen una caja enfrente de los sillones, a un costado estaba un juego comedor rustico descolorido, por otro lado se podía ver la entrada a la cocina y por otro las escaleras al segundo piso, a pesar de la falta de tecnología del lugar, se sentía muy acogedor por lo sencillo que era. La tía Patricia entro un momento a la cocina y nos trajo limonada mientras nos sentábamos a los muebles para iniciar con la respectiva plática y ponernos al día de todos los años que no nos habíamos visto –la tía siempre fue una persona muy buena, nunca guardaba rencor por nada, no tenía maldad en el corazón, es una mujer delgada y guapa, ojos color café, con buena estatura aunque no llegando a ser alta, siempre se le notaron unos buenos atributos, y de seguro por eso mi tío no la dejó escapar. Cuando ya más a gusto me encontraba con ellos, más pude reparar en su apariencia física: Mi tío Albert es un hombre de 49 años que estaba próximo a cumplir 50, de apariencia ruda y seria pero en realidad era muy buena persona también, de muy buenos sentimientos – ...
... tiene la misma edad que mi padre, pues son mellizos –alto, de un buen cuerpo formado por las duras jornadas en el campo, bajo su vestimenta se podía notar brazos musculados, buenos pectorales y unas piernas gruesas y grandes, aunque con una ligera panza cervecera pero aun así no le quitaba lo atractivo pues su rostro aún se mantenía joven, su cabello era ondeado muy corto y negro, pero principal es que se le notaba un buen paquete sentado – eso es lo principal –. Mi primo mayor Erick de 35 años era muy parecido a su padre en todos los aspectos, su apariencia también era ruda y tosca, era alto como todos, tenía una barba recortada de color café al igual que su cabello, un cuerpo nada envidiable pues era similar al de su progenitor pero sin la panza, y una mirada muy penetrante que te desnudaba el alma, y su bulto muy prominente que dejaba ver a través de su pantalón corto. Mi primo menor Cristopher de 30, al contrario, era más parecido a mi tía, sin ningún solo pelo en el su cara, pero su cabello color café era más intenso que el de su hermano, su cuerpo tenía menos volumen que el resto de hombres de su familia pues como ya dije era más parecido a su madre, aunque el color de sus ojos eran verdes totalmente distintos a los demás, e increíblemente lo que tenía entre las piernas era idéntico a los anteriores –parece que todos tienen buenos atributos pensé. –Sobrino por lo que veo estas muy bien, ya estas grande y todo un hombrecito muy guapo –dijo Patricia. –Gracias tía, ustedes ...