1. La granja: ¿Premio o castigo? (2) Tío Albert


    Fecha: 01/09/2018, Categorías: Gays Incesto Autor: Crom, Fuente: CuentoRelatos

    ... devorábamos la boca con lujuria y pasión. Empecé a mover mi cintura y podía sentir como esa verga que estaba adentro chocaba con las paredes de mis entrañas como si quisiera atravesarlas, movía mi cintura de arriba abajo, primero lento y después más rápido, mi verga rebotaba y chocaba con el abdomen de mi tío mientras que sus huevos chocaban con mis nalgas y su sonido se escuchaba por la toda la casa, solo esperaba que no se escuche hasta arriba. El pasaba sus manos por toda mi espalda, ya para ese momento el temor o algo que impedía realizar el acto habían desaparecido, amasaba con sus manazas mi trasero, mientras que el ayudado con los movimientos de sus pelvis envestía y realzaba el placer de la penetración, yo parecía un muñeco con la cabeza hacia atrás mientras era penetrado, al mismo tiempo de ello mi tío se lanzó y recorrió todo mi cuello con su boca, me besaba con locura y yo seguía empalado con su polla adentro. Ese hombre que tanto placer me estaba dando sujeto bien la cintura y me levanto, yo como reflejo me agarre de su cuello, camino unos cuantos pasos y chocamos con la columna de la chimenea, podía sentir como su falo entraba y salía, en esa posición me envistió varios minutos hasta que se cansó. Me bajo al suelo y me volteé mirando hacia la columna, saque el culo un poco y sentí como metía su pene otra vez lentamente evitando que me hiciera daño al parecer, una vez toda adentro me sujeto de la cintura y me empezó a envestir, yo para no caerme me agarre como ...
    ... pude de la columna, y solo disfrutaba. Ese macho que hasta hace unos minutos había olvidado que cosa era el sexo, se estaba dando uno de los mejores momentos conmigo, me penetraba como quería, yo evitaba gemir pero era incontrolable, así que no tuvo mejor idea que darme a morder su mano, mientras más duro me daba más fuerte le mordía, pude sentir como su pene chocaba plenamente mi vejiga por dentro, aunque sentía un ligero dolor, el placer recorría mi cuerpo. Mi pene rebotaba y yo con una mano me lo empecé a manosear, me masturbaba lentamente y después al rato lo volvía a liberar, mientras mi ano era atendido por aquella monstruosa herramienta la cual sentía como entraba y salía de mi ano, estaba concentrado cuando mi tío dijo: Al: Hijo ya me voy a correr. –Aguanta un poco tío que ya mismo lo hago yo – dije con espasmos. Mi tío aguanto un poco más y yo por fin eyacule en la piedra de la columna, mi tío con un grito de macho que está eyaculando dijo: –Bebe, ya no aguanto – y hundiéndome la verga más adentro termino por eyacular. Estábamos todos sudados y pegajosos, nos quedamos pegados y mi tío abrazándome así como estábamos recostó su cabeza en mi espalda y dijo: Albert: Gracias Dan, hijo de verdad te lo agradezco mucho, esta noche sin ti me hubiera terminado por hacer una paja como todas las noches. Yo: Enserio tío no me agradezca, yo también lo deseaba. Nos separemos y su verga flácida salió triunfante después de haber sido atendida como se debe, salió húmeda y con restos de ...
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