Patrizia e Isabel amándose en España
Fecha: 01/09/2018,
Categorías:
Lesbianas
Erotismo y Amor
Autor: Mrs & Mr seduct, Fuente: CuentoRelatos
Estuve de visita en España por varias semanas. Durante ese tiempo me sentí muy juguetona y al final de cada día mi mano terminaba acariciando "mi botón" para trasportarme a la exquisita felicidad. Cada tarde salía a dar un par de vueltas con la excusa de tomarme mi sagrado café. Al ver una bella chica y escucharla hablar con su acentuado español, en mi mente se reproducían excitantes escenas, a tal punto, que sentía como mi venus se humedecía y pedía a altavoz su dosis de placer. La bella chica española se dio cuenta que la observaba con deseo desde su mesa al otro lado de la cafetería, no pude disimular bien mis miradas furtivas. ¡Se ha levantado y viene hacia mí; su minifalda al caminar hace que se le marquen unas caderas preciosas, al llegar a mi mesa, sosteniendo su café en una mano me pregunta: —Hola, he visto que me mirabas, no sé si me conoces o solo he llamado tu atención, preciosa, me llamo Isabel, ¿me puedo tomar mi capuchino en tu mesa? —Claro que sí, será un placer; me presento, me llamo Patrizia y soy de Italia, y estoy pasando unos días en España. Te miraba porque, sin mala intención, me has parecido además de muy bella, no sé, una mujer muy especial. —Muchas gracias preciosa, me has ruborizado un poco; pero tú sí que eres guapa. Percibo tras esas monas gafitas que llevas, y que te quedan tan bien, la mirada de una mujercita muy pasional y decidida, me gustas. No sé si has venido sola en este viaje, pero si es así, me ofrezco a acompañarte a enseñarte la ciudad, ...
... bueno, a enseñarte lo que tú desees primor. — Gracias a ti Isa, por atreverte a venir a mi mesa y presentarte. Sí, he venido sola y sí acepto que seas mi guía. Una compañía como la tuya no podría rechazar y menos llevando esa minifalda; te queda muy bien. Tienes un cuerpo celestial. Mientras nos terminábamos el café, hicimos una ruta de los lugares que íbamos a visitar ese día. Mientras ella con gran emoción me mencionaba el recorrido, yo lo que deseaba era conocer el cuerpo de la bella española. Isabel organizó una agenda para pasar todo el día juntas y me dijo con picardía: — Preciosa, el último lugar es sorpresa que estoy segura que te encantará. Voy a asegurarme de que disfrutes mucho conmigo y sea un día que no olvides jamás. — Puedes estar segura que no lo olvidaré. Una belleza como la tuya es imposible de olvidar. Nos montamos en el autobús que Isabel eligió, la dejé decidir sin conocernos, porque quería que fuera ella la que mandara en mi ese día. Su melena rubia y mis pantalones vaqueros ajustados eran el foco de atención en el autobús lleno de hombres, Isa, muy desenvuelta acercó su rostro al mío como mirando algo en mi barbilla y me dijo: —Parece que tienes una mancha de café en la barbilla Patrizia. Mientras yo me tocaba la barbilla queriendo quitar la mancha de café "inexistente" como me confesó después; Isa, audaz se acercó más aún y me plantó un beso en la boca con sus bellos labios, "muy apretado" y con lengua… sentí su lengua jugando con mis dientes como una ...