Mi comadre falta de un tronco 3
Fecha: 06/10/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: flowhot, Fuente: RelatosEróticos
Para el tercer encuentro que he tenido con mi adorada comadre paso todo un mes, pues por mas esfuerzos que hice por verla y cogérmela, no me fue posible. Mis viajes y deberes de trabajo me absorbieron mucho tiempo y cuando volvía a la ciudad, pues no encontraba la manera de ver a mi comadrita, ya que ella no trabaja los sábados ni los domingos y por consiguiente no la podía contactar. Tuve un par de días en la ciudad, así que pase al empleo de mi comadre y ahí estaba una de sus hermanas que no se parece nada a ella, pues la hermana es gorda y sin forma. Sin embargo al estar allí empece a platicar y la hermana no se largaba; mi comadre muy serena contestaba y preguntaba cosas sin importancia y con cierta indiferencia, pero en un momento que ambos notamos que la hermana no se retiraría pronto, mi comadre comenzó a hacerme señas con los ojos y a hablar en clave. Dijo que en la tarde mi ahijado no tendría clase de música, pero que le autorizaría ir donde su amigo Esteban a jugar, e hizo énfasis: "de las cinco a la siete, para que tenga tiempo de divertirse" y me miro con coquetería. Con eso comprendí que tendríamos dos buenas horas para disfrutarnos y cogernos como perros. Su hermana ni por enterada, así que me despedí de la gorda hermana y a mi comadre le bese la mejilla diciéndole: "hasta pronto comadrita, a ver que día de estos vengo de nuevo a visitarla" y me marche soñando despierto lo que me esperaba en cosa de siete horas. Llegue a casa de mi comadre quince minutos antes ...
... de las cinco, pues ya ansiaba tenerla conmigo y disfrutarla, y pensaba que mi ahijado ya se había marchado, pero no, pues al llamar a la puerta él me abrió. Lo salude y platique un poco de la escuela y cosas así, mi comadre estaba en el quicio de la puerta de la cocina y me veía con su cara de chiquilla, pero cuerpo de mujer. Vestía un jumper de mezclilla (o sea una especie de vestido pero que termina en peto y tirantes) y una blusa blanca de algodón sin mangas. Faltaban seis minutos para las cinco y mi comadre mandó a su hijo que se cepillara los dientes antes de marcharse, entonces el pequeño se fue al baño y yo me acerque a mi comadrita y comencé a besarle la boca, los pechos, la frente y le tocaba las nalgas y piernas, pero ella entre risas apagadas me decía que me esperara, pues aun estaba su hijo. Sin embargo notaba como ella se estaba calentando con esa emoción de estar siendo manoseada a unos pasos de mi ahijado. En un instante alcancé sus panties y ¡se los baje en la entrada de la cocina! Quedaron debajo de las rodillas y al tratar de sacarlos por completo entre los dos, se le salió un zapato, pero ya salía el pequeño del baño y solo atinó a arrojar su calzón tras el frigorífico y acomodarse el zapato. Solo dijo: "ay compadre, nos va a ver", pero en lo que se acicalaba mi ahijado, yo me pare detrás de ella y pase una mano al frente para acariciarle su hermosa y peluda panocha que estaba casi seca, pero al contacto de mis dedos comenzó a fluir líquido viscoso. Seguí ...