A LA ESCUELA CON TANGA ROSA, EL DISTINTIVO DE MI CLUB
Fecha: 01/09/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: isabela, Fuente: RelatosEróticos
... llegaba a los bordes de mis labios vaginales, haciéndome sentir una sobreexcitación que casi me mantuvo paralizada mirando al frente sin poder detener la avalancha de placer que sentía que se me venía encima, era tan descontrolado mi placer que tenía deseos de apretar mi tanga por el medio para poder pegarla a mi piel más íntima, y si era necesario meter esa parte del nombre dentro de mí y llenarlo de mis flujos, tenía deseos de ser manoseada pero por ella, la que me hacía suya cada martes con las cosas que me decía. Y ahí estaba el distintivo de mi club recibiendo toda esa descarga de mi excitación, para eso estaba finalmente, y para mantener ese nombre que me excita tanto pegado a mi vagina. Esa tanga es lo que me tiene conectada a ella, es el distintivo que comparto en completo anonimato con ella, ese mi distintivo es mi más preciada prenda porque con ella me siento parte de algo que ha renovado mi vida llenándome de placer. Simplemente adoro esa prenda. Luego de clases llego tan ahogada de placeres a casa que es inevitable; ir al baño, bajarme la tanga, ver y sentir toda esa humedad que me ha provocado, y sentir que mi excitación aún es inagotable. Solo quiero masturbarme como lo hiciera ella, y eso me conduce a tocarme, a seguir provocándome una mayor excitación, quiero clavarme los dedos, hacerlo muy adentro y sentir que mi vagina segrega sus jugos, y mover impulsivamente mis dedos humedecidos dejando que mi vagina se abra a voluntad de mi mano, luego morderme los ...
... labios y dejar escapar mis gemidos apenas, acompañados de un chorro húmedo que me obliga a expulsar los dedos de mi vagina. Entonces después de esa agradable masturbación en el baño y de subirme la tanga voy directo a mi cuarto, me subo a la cama, cruzo las piernas, y me pongo a la conversación con ella como me gusta, me saco unas fotos para excitarla, le muestro mi distintivo del club que es lo único que llevo puesto, y con el móvil en una mano escribiéndole y con mi otra mano tocándome mi vagina, disfruto de estar con ella sintiendo sus palabras que me tocan como si me tocaran sus manos, sintiendo que me llegan como lamidas que sólo ella sabe ponerlas donde más lo disfruto. Esasconversaciones con ella suelen ser tan excitantes que no las cambiaría por nada ni nadie. Disfruto tanto de los martes que no quiero que se acaben, no quiero que termine mi desborde de excitación que crece a cada momento, porque cada momento siento su presencia a través de la tanga que llevo puesta y que se adhiere a mi piel con la humedad que voy dejando encima, a cada frase, palabra o cosa que me manda no sólo a mi sino a todas las que llevamos celosamente guardado su nombre en una braga rosa. Es un secreto tan íntimo el que llevo con ella, que me hace sentir increíblemente grandiosa, soy otra desde que guardo este secreto junto a ella, y pasar cada martes a su lado es una experiencia inexplicable a la que solo puedo llamar EXCITACIÓN, y yo me creía antes una mojigata, de aquellas que se prieta las ...