“Lo que pasó un fin de semana…”
Fecha: 05/09/2018,
Categorías:
Gays
Autor: HornyBoy95, Fuente: SexoSinTabues
... regresé rápidamente a la casa de mis tíos. La temperatura había aumentado, el calor era casi insoportable, así que decidí tomar una ducha con agua fría; subí a la habitación de mi primo, me desnudé y me metí a la regadera. Cuando terminé de ducharme tomé el cesto de la ropa sucia de mí primo y mía, bajé al cuarto de la lavadora y antes de echar todas las prendas a lavar decidí revisar los bolsillos de los pantalones para asegurarme de que no llevaran nada dentro. Al bajar la mirada, para tomar otras prendas y ponerlas en la lavadora, vi el bóxer negro que Emmanuel traía puesto del día que lo espíe mientras se masturbaba, mi morbo se disparó hasta el cielo haciendo que mi excitación aumentara tan rápidamente con las imágenes mentales de mi primo dándose placer a solas en su habitación y cuando lo toqué mientras dormía profundamente; mi pene comenzó a reaccionar ante tales estímulos, con cierta rapidez comencé a buscar otros bóxers, en total hallé cuatro, todos eran tipo brief de la marca Fruit of The Loom y Calvin Klein, de colores oscuros (azul marino, negro, gris oscuro, verde seco y café oscuro) imaginarlo a mi primo con esos bóxers puestos me excitaba. La ropa interior masculina ha sido siempre mi fetiche sexual, en especial cuando es de un chico guapo. Tomé los bóxers de mi primo y los observé con detenimiento, los acerqué a mi rostro para examinarlos más detalladamente; todos tenían impregnadas pequeñas manchas de semen. En ese momento hice algo que jamás había ...
... hecho: me puse la ropa interior de mi primo. Comencé a masturbarme, mi excitación y el morbo de la situación me hicieron disfrutar como nunca, en cuestión de unos diez minutos ya había eyaculado, me limpié y de nuevo volví a lo que estaba haciendo anteriormente, cuando termine de lavar y secar la ropa me metí a la casa y subí a la habitación de Emmanuel. Doblé la ropa y la acomodé en su respectivo lugar. Cerca de la cuatro treinta de la tarde salí camino al colegio de mi primo para recogerlo de su partido de fútbol, extrañamente no hubo demasiado tráfico por lo que llegué con unos minutos de anticipación. Después de esperar por lo menos diez minutos, vi a mi primo aproximarse rápidamente a mi auto. — ¿Todo bien?— pregunte cuando entro al automóvil. — Sí— dijo casi sin ganas—. Todo bien, ganamos el partido. — ¿En serio?, y porque no te quedas a festejar con tus amigos. — No tengo ganas, mejor vámonos a la casa por favor. Gran parte de la tarde Emmanuel estuvo muy serio y fue hasta las ocho de la noche que bajó a cenar, vio un poco de televisión y después subió nuevamente a su habitación. Cerca de la media noche subía la habitación de mi primo, abrí la puerta y lo vi recostado sobre la cama encima de las sabanas, lo único que traía puesto era unos bóxers y tenía una erección que se marcaba perfectamente sobre su ropa interior, Emmanuel estaba durmiendo tan profundamente que ni siquiera se dio cuenta que entré a su cuarto. Era ahora o nunca, era mi oportunidad de intentar algo más ...