1. El encuentro


    Fecha: 06/09/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    EL ENCUENTRO La vió nada mas entrar en el bar. Estaba sentada en una mesa con otras dos mujeres que supuso que eran sus amigas y su voz resonaba en la conversación tapando la de las otras dos mujeres. Mientras se acercaba a la barra no dejaba de mirarla y en un momento ella levanto la vista y se cruzaron sus miradas. Le pareció que ella le sonreía y eso le animó a seguir observándola. Se sentó en un taburete de la barra, justo detrás de las amigas. Desde allí su visión era perfecta. Podía mirarla descaradamente sin que ellas lo viesen. Ella sí que lo veía mirarla, pero no parecía importarle. Mas bién se diría que estaba participando en el juego de miradas y sonrisas que los dos iniciaron. Se giró en el taburete cuando vió venir al camarero y pidió su consumición. Cuando la tuvo delante, cogió el vaso y mientras daba el primer trago volvió a su posición inicial. Al hacerlo vió que ella había cambiado de postura. Ahora estaba sentada de lado, con las piernas hacia fuera de la mesa. Esta vez, cuando las miradas volvieron a encontrarse, su vista no se quedó clavada en sus ojos. Deliberadamente fue dejando caer su mirada desde los ojos hasta la punta de las botas que calzaba.Hasta ese momento no había detallado su cuerpo , pero ahora podía verlo casi en su totalidad y desde luego que lo que veía le gustaba. Morena, media melena de un pelo negro y liso que remataba con unas puntas rizadas hacia adentro que morían en su nuca. Una leve gargantilla llevó su vista hacia el escote ...
    ... largo y profundo que antecedía a unas tetas que bajo la ropa parecían ser voluminosas y sugerentes.Continuó su recorrido hasta las piernas que asomaban bajo una minifalda recta, de color crudo bajo la cual descubruió dos hermosas piernas que lo llevaron hasta la caña de unas botas negras, altas hasta la rodilla y con un afilado tacón que no hicieron mas que destapar en él toda clase de sueños libidinosos. Cuando llegó a la punta de la bota, volvió con la mirada a sus ojos y vió que ella seguia mirando para él mientras charlaba con sus amigas. Sin duda había sido testigo del exhaustivo examen a que estaba siendo sometida desde la barra y desde luego que no parecía molestarle. Al contrario se diría que era ella la que buscaba la mirada del hombre, provocando su deseo con miradas y movimientos. Ella siguió con su provocación y separó las piernas. Ël pudo ver con claridad el leve tanga que apenas cubría los pelos de su sexo. La minifalda era incapaz de tapar los muslos que bajo la mesa se separaban provocando en él una erección que se hacía visible a traves de los pantalones. Entonces ella se levantó de la silla, se quitó el abrigo, colgandolo el respaldo de la silla, posó el bolso en la mesa y se dirigió a los servicios. Cuando pasó a su lado le hizo un giño de complicidad y siguió su camino sin detenerse ni cruzar palabra con él. Ella desapareció por una uerta que ponía"SERVICIOS". Él esperó unos instantes y la siguió. Entró por la misma puerta que ella había franqueado hacía un ...
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