Lo dulce de un castigo.
Fecha: 06/09/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... del celular de Luisa. Contestó y no demoró más de medio minuto tal llamada. Se trataba de su jefe, quien pedía que acudiese a la oficina pues solicitaba unos papeles importantes. __ Si quieres ven conmigo Julia, casi estoy seguro que no tardaré, o si lo deseas espérame aquí, sirve que le eches un ojo a mi hermano y no salga de casa sin permiso. __ Si no te molesta, espero aquí. Luisa tomó la bolsa y se levantó del sofá, dejando a julia viendo el televisor. Una vez que Luisa saliera en su auto, Julia apagó la tv, y se dirigió a la cocina donde miraba a Andrés fregar los platos. Él no se percataba que le espiaban, y ataviado con un mandil de plástico y usando guantes de hule de color purpura, continuaba en su labor. Entonces, Julia se adelantó sin que el castigado Andrés lo notase, y colocándose a espaldas de este, le sorprendió pasándole su brazo izquierdo por el cuello hasta caer en el pecho mientras su brazo derecho abajo, se ocupaba de tocarle el pene. Para esto, Julia usaba ya un par de guantes de látex largos transparentes, con los cuales comenzó a jugar con el miembro de Andrés. El calenturiento adolescente, lejos de sentirse avergonzado, comenzó a jadear pues ardía en un deseo incontrolable. __ ¡Te voy hacer un delicioso handjob, sucio y pervertido niño! – Le susurró Julia al oído a su ardiente víctima. Y sin que aquel opusiera resistencia, ella comenzó a manipular su pene ya erecto, liso y depilado. Julia paseaba su otra mano por las nalgas del abusado, y comenzaba a ...
... jugar en su ano acariciándole con sus dedos. Se inclinó, y abriendo un poco las piernas de Andrés, comenzó a lamer con su ardiente lengua su blanco trasero. Inmediatamente, aquella misma lengua, se ocupó del esfínter y el ano, a lo cual Andrés jadeaba con una locura que no conocía. Julia giró el cuerpo del muchacho, y viendo su pene erecto, lo lamió por todo su contorno, mientras Andrés enredaba los dedos de sus purpuras guantes aún con espuma sobre los cabellos de la bella Julia. Ella metía e introducía el pene en su boca, y de vez en cuando besaba los lisos testículos. Andrés sentía que explotaría, y su dominante pareja notando aquello, tomó asiento en una silla y sujetó a su víctima por el talle poniendo el vientre de este en sus rodillas. Comenzó a propinarle sendas nalgadas, y lamiendo sus ahulados dedos, penetró con estos el ardiente ano del joven. Acto seguido, lo sentó sobre ella y manipulando su incontrolable falo, le hizo expulsar tanto semen, que dejó al castigado Andrés sin fuerza. Entonces, ella abrió sus piernas, y tomando al muchacho por la nuca, le acercó a su vagina, donde este comenzó a lamerle aquel sitio depilado y rosáceo. Luego, introdujo los dedos de sus guantes aún puestos sobre su mano en aquel rico hueco. Andrés vivió una increíble experiencia que lo llevó a amar aquel método de locura y deseo sin igual. Luisa notó con satisfacción, que su hermano ya no intentaba masturbarse. Sin embargo, Andrés pensaba solamente en Julia, y ella deseaba como parte de ...