Tres amigos 1
Fecha: 07/09/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... dije que si querían ir a la azotea, pues no había Luna y en esos días Saturno estaba en muy buena posición para poder sus anillos a través de un pequeño telescopio. Subimos los cuatro y coloqué el aparato apuntando para el astro en cuestión, pero constantemente tenía que irle haciendo pequeños movimientos al equipo para que quedara en apuntando para el planeta. Sin querer, rocé a uno de ellos por delante y noté que tuvo una erección inmediata y como quien no quiere la cosa, volví a tocarlo y a rozarlo cada vez que me acercaba a ajustar el equipo óptico y me daba cuenta que le había encantado el toqueteo, pero tenía cara de asombro, pues me daba cuenta que no entendía lo que estaba sucediendo. Así mismo hice con Juan y Santiago y al rato los cuatro estábamos más que exitados, aunque aparentando que los demás no sabían lo que pasaba. Cuando le tocó el turno de mirar a Oscar, me acerqué a ajustar el instrumento para que viera con claridad los anillos de Saturno y en ese momento Juanito y Santiago me dijeron - Oye Raúl, vamos a ir hasta el borde de la azotea para mirar cómo se ve la ciudad desde aquí- y entonces ya con más confianza, comencé a tocarle y apretarle el miembro a Oscar a través de la ropa hasta que sentí que había eyaculado en el calzoncillo. Él se quedó mudo de sorpresa y cuando los cuatro regresamos al apartamento, pude notar una mancha húmeda en la parte delantera de su pantalón. En esos días tuve la suerte de encontrar más fotos porno y cuando llegaban, en dúo o ...
... trío, las ponía para ir caldeando el ambiente. Con Juan adopté la técnica de tocarlo cuando estábamos sentados uno junto al otro en una de las computadoras y los otros estaban en la que nos quedaba detrás, así que no podían ver lo que estaba haciendo. Lo mismo hice con Santiago y él no tardó en tocarme también a mí por encima del pantalón. Una vez que Oscar no vino, me senté alternativamente con ellos y sacándoles el endurecido miembro, le hice una paja primero a uno y luego al otro, así que ya los tres amigos habían eyaculado gracias a mis habilidades manuales. Por su parte, Santiago también me hizo una a mí ese día, sin importarle si Juan se daba cuenta o no, pues yo emitía quejidos de placer, más para que Juan los oyera que porque no me pudiera contener, pues así los involucraba a los dos en el asunto, sabiendo que el otro también hacía lo que él. Otro día en que asistieron ellos dos nada más, nos volvimos a sentar de la misma forma y además de sacarle el rabo del pantalón, les dí una buena mamada, y también haciendo que sonara el chupeteo para que el otro se volviera loco porque se lo hiciera a él también. Un día en que no asistió Santiago, hice lo mismo con Juan, haciendo bastante ruido con la boca para entusiasmar a Oscar y luego pasé a su lado y comencé por pasarle la mano por la picha, luego se la saqué y también le dí una mamada histórica, metiéndomela todo lo que podía en la boca, pasándole la lengua por el frenillo, chupando su glande y volviendo de nuevo a tratar ...