Esposa durmiente
Fecha: 08/09/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: ChicaTargaryen, Fuente: SexoSinTabues
Un esposo y su amigo van a su casa luego de una noche de tragos, para violar a su mujer. Un relato corto, mientras intento arreglar unos problemas con un relato mayor que estoy escribiendo. ——— Mi amigo Bryan y yo habíamos estado fuera toda la noche bebiendo, luego decidí que sería bueno ir a mi casa a por unas copas. Llegamos a mi casa y mi esposa estaba en su cama durmiendo. No nos llevábamos bien de hace un tiempo, y si quería cogerla tenía que casi violarla, pero eso estaba bien en mi mente ya que ella era mi esposa y era su deber. Nos serví unos tragos y nos sentamos a conversar de cualquier cosa, hasta que llegamos al tema del sexo. Cuando mi amigo me contó que no había tenido una mujer en más de 6 meses, esto me hizo pensar lo genial que sería ver a otro cogerse el culo de mi esposa. Le pregunté a Bryan si quería. Él parecía un poco inseguro, pero yo no lo estaba y rápidamente lo convencí. Me di cuenta que era un cabrón caliente al momento en que terminaba de contarle de los atributos de mi esposa Andrea. Creo que fue el alcohol el que lo hizo, pero ahora que la idea estaba en mi mente tenía una furiosa erección. Decidí que entraría al dormitorio y me haría camino para llegar a su cuerpo, como usualmente lo hacía. Luego le daría una gran sorpresa con Bryan. Andrea sólo se quedaba acostada y no respondía cuando se lo hacía. Le dije en voz baja a Bryan que se desnudara y esperara afuera del cuarto esperando mi señal. Cuando se desnudó vi que su verga medía unos 20 cm, ...
... mucho más grande de lo que me imaginaba que sería. Dios, como quería ver esa gran verga enterrada en la pequeña y peluda vagina de Andrea. Fui a mi habitación y me quité toda la ropa, luego me metí a la cama junto a mi esposa. Deslicé mis manos en torno a sus tetas y comencé a apretarlas, ella empujo mi mano y me dijo que me fuera a la mierda. Supongo que estaba enojada por haber estado toda la noche fuera. Me puse en mis rodillas, tiré las sabanas de la cama al suelo y levanté su camisón encima de su cintura. Agarre sus bragas y comencé a tirarlas para abajo, ella tomó mis manos intentando detenerme, pero como siempre yo era muy fuerte para ella, así que se las baje a las rodillas y luego se las saqué completamente en cuestión de segundos. Separé sus piernas y ella dejó de pelear. Andrea sabía que si seguía resistiéndose sólo tomaría más tiempo y el resultado sería el mismo. Empecé a frotar su clítoris con mi dedo índice y separé los labios de la vulva, ella estaba seca. Le dije que tendría que buscar alguna crema del baño para que fuera más fácil, Andrea sabía que no podía moverse. Salí de la habitación, Bryan estaba afuera viéndonos. Encontré una crema y se la pasé a Bryan. Vi como nerviosamente sacaba con sus manos y se la ponía en la cabeza de su verga. El cuarto estaba oscuro y mi esposa no se daría cuenta de la diferencia, pensé. Bryan entró y dejó la puerta abierta. No se escucharon palabras, pero sí se escuchó los resortes de la cama hacer ruido, así que sabía que él ...