Una escritora y su relato
Fecha: 10/09/2018,
Categorías:
Confesiones
Fantasías Eróticas
Autor: Iría Ferrari, Fuente: CuentoRelatos
... minuciosa, le estaba llevando a cotas de gozo inalcanzables para él antes, ¡qué digo inalcanzables!, ¡inimaginables! Después de tanto tiempo fantaseando con su inquilina oculto tras la ventana contigua. Sentía su miembro hinchado y gigantesco, húmedo por la saliva de su amante, y cuando bajaba la mirada y veía lo que estaba haciendo aquella joven con su querida polla, creía que no podría aguantar más el codiciado y dulce placer del orgasmo. Ya no podía más. Tuvo que sacar su polla de la boca de ella, pues si pasaba su lengua sobre su glande una vez más, estallaría de gozo, y antes deseaba sentir la cálida y orgásmica humedad de aquella vagina depilada dispuesta a todo. Admiró el cuerpo de Bibianne una vez más. Tenía toda la parte inferior del vestido levantada hacia arriba, dejando al aire su delicado monte de venus, un pecho se le había salido, en la pasión de la mamada por el escote y miraba, respirando profundamente, el miembro de Jorge. Bajó su mirada y se admiró de nuevo aquel miembro tan esculpido y erecto. Estaba enorme, y salía amenazante de entre sus pantalones Se colocó entre las piernas ella, y lentamente, se deslizó sin penetrarla. Una vez encontrada la posición más cómoda sobre ella, la hizo una señal cómplice con la cabeza. Esta bajó sus brazos y cogió la polla con ambas manos y, delicadamente, condujo la punta del miembro hacia la abertura de su vagina. Cuando Jorge sintió sobre su glande la delicadeza de aquel coño celestial, presionó para que entrara ...
... hasta el fondo. Se paró y disfrutó de la sensación de estar llenando aquel húmedo coño. Al poco empezó su movimiento rítmico de caderas, frenético y acelerado que le proporcionaba un placer increíble al entrar y salir con sus embestidas. Notaba en cada centímetro de su miembro el escurrir de la humedad de fantasía hecha realidad, y como aquella sensación se apoderaba de él, como se agolpaba en su cabeza mientras los preciosos senos de ella se le clavaban en el pecho. Bibianne tenía un gesto de placer en la cara, pero sin embargo no emitía sonidos detonantes de su gozo. Esto era debido a que no quería ser descubierta con sus gemidos por algún vecino más del inmueble, ya que se había quedado la puerta abierta. Aun así, estaba gozando como nunca de aquella lenta follada, húmeda de su saliva y la de él que resbalaba maravillosamente en su interior. Jorge notó como pequeñas cuentas de sudor empezaban a formarse en sus sienes. La enorme cantidad de placer que llenaba su cuerpo hacia que el reprimir su incontrolable orgasmo, le costara muchísimo más esfuerzo de lo que le había costado nunca. Aquel orgasmo le estaba haciendo sufrir como nunca recordaba dentro del cuerpo escultural y joven de Bibianne. Jorge sacó su polla al fin. Se quedó expectante de ella, esforzándose cuanto podía guardar su orgasmo. Sin embargo su gozo estaba siendo tal, que temía correrse en aquel momento. Apretó los ojos y los dientes, e intentó llenar su cabeza de alguna idea ajena a lo que estaba haciendo. Sin ...