La fiesta después de la fiesta
Fecha: 07/10/2017,
Categorías:
Anal
Sexo en Grupo
Sexo Duro
Autor: AnaLu, Fuente: xHamster
... pensamientos de Ana giraban a mil por hora entre los efectos del alcohol y, lo que más la enloquecía, casi adivinar lo que iban a decir: “No podemos ir a otra parte. No tiene demasiado tiempo…se escapó solo un rato de su trabajo…nos pueden ver las amigas de su mujer…”. Estuvo a punto de propinarle una puteada, y de repente cayó en la cuenta de que ella también tenía una imperiosa necesidad de sexo. Calmándose por un instante y bajando la voz, dijo: “Bueno…no te preocupes…Yo voy a meterme en el baño a esperar que terminen de coger…”. Lo que no dijo era que no veía la hora de encerrarse y acariciarse hasta acabar escuchándolos a través de la puerta. Las disculpas que imaginó habría de recibir no existieron. La idea de ellos era otra…Se acercó más y cara a cara le comentó con suavidad: “Queremos que participes con nosotros…”. Ana saltó del sofá y casi a los gritos le espetó: “¡Vos estas loca!”, y acto seguido agarró su bolso como para ir a su casa, aun con el inconveniente de andar sola de noche. Como pudo, Gaby consiguió sentarla de nuevo, diciendo “Esperá…esperá un poquito…podemos hacer otra cosa…también pensamos en algo más…Es decir... ¿Te acordás de Daniel, tu antiguo novio..?”. Y acercándose al oído: “Yo sé que siempre te calentó y nunca te atreviste a volver a encamarte con él…”.Ana quedó pasmada, con la cabeza dándole vueltas de nuevo… pensó un momento en cuánto deseó siempre que ese morocho estuviera desnudo con ella, dentro de ella…Aguardó un momento y preguntó: “¿Y ...
... cómo vas a hacer que venga...? ¿Vos creés que él quiera estar conmigo, que va a dejar lo que esté haciendo para venir a hablar conmigo?”. Gaby volvió a decirle al oído, justo cuando Luis salía del baño: “Estoy segurísima de que va a venir, pero no precisamente para solo hablar con vos”. No había más tiempo, así que se decidió y le respondió también en voz baja: “Está bien...hagan lo que quieran”. Luis, que por supuesto había escuchado todo, intercambió una mirada cómplice con ellas. Se dirigió a la puerta del departamento con un “Ya vuelvo”, pero antes de salir le dio un beso a Gaby mientras le introducía dos dedos en la concha, húmeda por la excitación. Habían pasado unos diez minutos –toda una eternidad para Ana-, cuando sintieron abrirse la puerta. Aparecieron los dos, entusiasmados y con una botella de un buen vino tinto. Ana no podía creerlo: Allí estaba con él y a punto de concretar lo que nunca se había animado. Dudó un momento y se acercó a Daniel para saludarlo, solo que éste no le dio un beso en la mejilla, sino que le zampó uno en la boca, hurgándola con su lengua, mientras la tomaba de las nalgas con ambas manos, alzándola del suelo unos centímetros hasta ubicarla a su altura, frotando su pubis contra sí. Abrieron la botella y se sirvieron el vino, sentándose ellas en el sofá y ellos en sillas al frente. Luego de algunos chacoteos y unos tragos, Ana se dio cuenta que su hermana estaba arrumbada en el sofá con las piernas separadas y el camisolín casi a la altura del ...