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Mi Cuñadito también fe mío
Fecha: 12/09/2018, Categorías: Anal Primera Vez Gays Autor: samy15, Fuente: xHamster
Yo estaba de novio con una niña muy linda. Digo niña porque ella tenía 15 años y su padre me la había prometido. Yo soy de una fuerza de seguridad y entonces tenía 26 años. Como ellos vivían en una zona alejada, a más de 90 kmts de la ciudad, cuando yo iba de visita debía quedarme a dormir en casa de mis futuros suegros en virtud de no contar con medio de transporte propio y no había transporte público tarde en la noche. Así es que iba un viernes en la tarde y me volvía el domingo en la tarde. Es decir que dormía allí dos noches. Me tocaba dormir con uno de los hermanos más chicos de mi novia de nombre Luis y de unos nueve o diez años. Cada varón tenía habitación propia y como yo no puse nunca objeción, el chico dormía conmigo. O yo con él, como se prefiera. Siempre tuve por hábito dormir completamente desnudo pero esas dos noches me dejaba el bóxer para no m*****ar al niño. A medida que fue pasando el tiempo fuimos tomando confianza entre los dos cuando era la hora de dormir y ya nos hacíamos chistes. Agrego a ello que uno de los hermanos mayores le hacía bromas a Luisito y le decía que era mi señora. En un primer tiempo se m*****aba pero poco a poco se fue acostumbrando y aceptaba la broma. Una noche me di cuenta que el chico siempre se iba primero a la cama y cuando yo me iba a acostar el estaba en cama y miraba cada movimiento o gesto mío hasta que me acostaba y apagaba la luz. Como la cama era pequeña estábamos muy juntos. Una noche la charla con mi novia se prolongó y ...
... también las caricias por lo que me fui a la cama con algo de temperatura. Cuando me acosté me puse de costado, vuelto hacia mi cuñadito. Yo no me podía dormir pero tampoco lo demostraba. Esperaba que el chico se durmiera para aliviarme el dolor de huevos a mano limpia porque ya no podía aguantarme más. De pronto siento que Luisito se acomoda en la cama girando sobre sí y poniéndose en posición de cucharita, acercando bien la colita a mi zona alborotada. Yo me hice el dormido. Si bien no estaba al palo mi verga estaba inquieta. Debo decir que no tengo la súper chota pero que la naturaleza me proveyó muy bien para que pueda librar buenos y placenteros combates. En largo y grosor no me quejo, más bien diría que el amigo es más bien ancho, de buena cabeza y con un buen y destacado par de bolas, es decir algo más que una verga estandar. Soy además muy peludo. Luisito acomodó su popa bien sobre Pascualito que comenzó a cabecear espontáneamente, se desperezó y estiró en todo su largo, dando pequeños saltitos. Yo creí que el chico se asustaría y se retiraría del lugar pero me equivoqué, más no dije nada porque yo estaba “dormido”. Un par de veces el chico reacomodó el culito provocando que la bestia se saliera por la bragueta, alentada por el olorcito del upite seguramente, já, já. Como si estuviera dormido el nene llevó una manito detrás y la metió entre los cuerpos quedando su palma extendida sobre el palo mío. Por un rato la mano quedó quieta, hasta que se convenció que yo estaba ...