Ana
Fecha: 13/09/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... saliva puso la palma de su mano en trono al este, como tantas veces había hecho conmigo, y se la comenzó a menear más rápido. Antonio suspiraba y se movía agitadamente. Tuve que tomar una decisión rápidamente pues a Antonio no le quedaba mucho y entonces todo se acabaría, pero yo no lo tenia del todo claro que quisiera ella llegar hasta el final, pero probé. De mi pantalón saqué un preservativo y lo lancé hasta ella, al verlo ralentizo el ritmo de la masturbación y me miro inquisitivamente. Quería que fuese ella la que tomase la decisión para que no hubiese posibles problemas en el futuro. Para mí ya era mas que suficiente con lo que estabamos haciendo y me daba por satisfecho, pero no creí que iba a presenciar lo que ocurrió. Siguió unos instantes con la mirada fija en la polla de Antonio mientras continuaba su mano arriba y abajo. Estaba dubitativa, pero no sé que fue lo que le pasó por la cabeza, ni como se decidió, ni tan siquiera me miró. Dejó lo que hacia para coger la funda que rasgó con los dientes y extrajo el preservativo. Con delicadeza lo colocó en el glande y suavemente lo fue bajando hasta dejarlo completamente colocado. Se colocó sobre él dándome la espalda y agarrándole la polla la llevó hasta la entrada de su vagina, dejándose caer lentamente sobre ella. Yo no podía creer lo que estaba sucediendo. Poco a poco se la fue metiendo, entre gemidos, hasta quedar pegada al cuerpo de Antonio, quedándose unos instantes quieta, no creo que Antonio se estuviese ...
... creyendo su suerte. Lentamente empezó a subir y bajar, yo veía perfectamente como la polla de Antonio aparecía y desaparecía dentro de ella, mientras subía y bajaba, no pude menos que empezar a masturbarme absorto con la mirada fija en su culo. Era muy excitante, por fin el verla así de este modo, follando con otro que no era yo. Antonio empezó a acoplarse a sus movimientos y comenzó a tocarla por todos lados, sobre todo sus tetas, sus manos agarraban sus pechos y pezones enérgicamente, mientras se movía con mas intensidad. Yo seguía masturbándome aunque no quería correrme ni que acabase lo que estaba viendo pues me proporcionaba un placer excepcional. Al rato ya era un descontrol, solo se oían jadeos, gemidos y suspiros, Antonio se la follaba con las manos agarrándola por el culo, con lo que ella casi no podía moverse, era él quien llevaba el ritmo, estaba claro que quería correrse y lo haría en breve. Su ritmo era frenético, Ana no paraba de gemir y gemir con cada embite, la cama crujía estrepitosamente. Ana fue la primera, dio un profundo gemido y se derrumbó encima de Antonio, pero este siguió impasible dándole pistonazos al ya inmóvil cuerpo de ella, fundidos en un abrazo de oso, de pronto empezó a bramar ahogadamente como un animal y por las contracciones que daba su polla y el febril movimiento que hacia supe que estaba eyaculando. Finalmente él también se quedó totalmente quieto y exhausto dentro de ella. Yo no podía mas, necesitaba follar estaba excitadisimo, así que me ...