Cogidencias de la Web - Relatos Eróticos

Cogidencias de la Web

Aunque estoy conciente que siempre es más fácil, efectivo y seguro conocer directamente a quien causalmente veas y te guste en la vida cotidiana, también es cierto que mujeres que se acerquen a sitios sexuales por el gusto de lo caliente, son contadas, pero interesantes.Se me ocurrió curiosear en una web de encuentros eróticos, me parece recordar, deduje que el nombre de usuario de una inscrita casual podía ser un correo electrónico creado sólo para ese fin, lo agregué al messenger de msn en aquel tiempo y así resultó.La contacté a ella en el chat, se hacía llamar "Alondra", se mostró abierta, dispuesta, receptiva. La comunicación era clara, interesante, excitante desde el principio, denotaba que tenía notable nivel académico y sinceridad. Hubo química al instante, disfrutamos nuestras pláticas escritas, nos vimos por webcam, creo que en la guardia de su hospital se encontraba, cuando figuró seductoramente vestida levantando su corta falda para exhibir su gozable culote de nalgas cachetonas hechas para el placer. Intercambiamos números teléfonicos y nos pusimos de acuerdo para vernos afuera de la catedral que está en el zócalo de, en aquel tiempo D.F. hoy sólo Ciudad De México.Llegué puntual al lugar acordado justo cuando recibí su llamada, me indicó estaba en un café cercano, donde fui a su encuentro. Entré y la vi al fondo sentada, guapa, supe que era ella, lo cual quedó confirmado con una mirada y sonrisa encantadoras hacia a mí.Conversamos cordial y amenamente de temas ...

... sencillos, algunos íntimos, nos conocimos mejor y confirmamos en persona la afinidad por chat y teléfono.Al terminar nos dirigimos a un hotel a unas cuantas cuadras de donde estabamos, ya empezaba a anochecer. Entramos a la habitación, le ofrecí unas galletas que yo llevaba, que aceptó probar un tanto más por cortesía que por otra cosa. Entró al baño, luego de un rato salió vestida con un sostén y tanga que resaltaban su voluptuoso cuerpo de 26 años.Yo también entré al baño y salí listo para estar con ella. La encontré recostada de lado, me encantó la pronunciada curva de la delineada cintura, a la amplia cadera con sus grandes e incitantes nalgas; sus senos medianos de pezones paraditos. Mientras nos besabamos me sobaba la verga mientras yo le acariciaba el traserote, las tetas y la rajita. Le pedí se recostara bocarriba, me monté (apoyándome en realidad en mis rodillas) sobre su abdomen para deslizar mi verga entre sus chichis juntadas, o sea, como cogiéndole por ahí en un vaivén delicioso,una rusa pues.Que muñeca tan absorta y sensual me encontré, terminado aquello retrocedí y abrió las piernas en un ademán de entrega cautivador con los ojos entrecerrados y la boca entreabierta, dirigí yo la mirada al manjar entre sus piernas que ya escurría caldito blanquecino. Me introduje feliz a su resbalocita y cálida cueva, que hasta apretoncitos ricos sabía dar a mi tieso suertudo pito, aunque encondonado, pues ambos resultamos personas calientes sí, pero responsables.Recuerdo que en ...