Mi prima maribel
Fecha: 08/10/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... que ya se quería ir con su amiga, ya que ella no quería estar en esa fiesta. Mi Tío checo su reloj y me preguntó que si yo traía mi carro, le conteste que si y me preguntó que si podía hacer el favor de llevar a mi Prima, yo no tuve alternativa y le dije que si. Mi Prima sonrío maliciosamente. Subimos a mi carro y ella comenzó a reclamarme por que ya no iba a su casa y que yo la estaba esquivando. Luego me dijo que si había sido muy malo el beso que me dio. yo le dije que no. Mientras íbamos en camino yo volteaba disimuladamente y le miraba esas piernas perfectas, torneaditas, sin ningún bello y me imaginaba besarlas, darle mordiscos suaves... De repente ella me dijo que no quería ir con su amiga, que fuéramos a mi departamento, yo ya no pude negarme, mi prima me había puesto a mil. Cuando llegue, le llamé a mi Tío y le dije que ya la había llevado y que me disculpara por que yo no podía regresar a su casa en ese momento, pero que no se preocupara, por que yo iba a llevar a mi Prima de regreso a las 11 de la noche. A penas eran las 6 de la tarde y ella me miraba sentada desde el sillón de la sala. Me acerque y no pude más, comencé a besarla lentamente, disfrutando cada milésima de segundo de esos labios tiernos, de esa boca chiquita, carnudita, la tomé de la cintura y la acerqué hacia mi con fuerza, mi verga estaba a todo lo que da, ella pudo sentirla, en eso me dijo que tenía miedo, que era su primera vez, pero quería hacerlo conmigo, le dije que no se preocupara, que ...
... yo sería cuidadoso. seguí besándola y empecé a tocarle sus piernas hermosas, le levanté la faldita y lentamente toque sus muslos internos, me excite a mil, cuando vi sus calzoncitos blancos y no pude mas, me agaché y comencé a besarle sus piernas, a morderlas lentamente, ella gemía suavemente, con mi lengua recorrí sus muslos hasta que llegué a ese rinconcito tan precioso. Empecé a besarle su osito por encima del calzoncito, ella se retorcía de placer y pude sentir como empujaba su cintura a mi cara, por fin se los quite y con mi lengua le di placer a esa conchita hermosa, virgen, deliciosa; la primera chuchita virgen que me comía, seguí besando y lamiendo su panochita un buen rato, hasta que me sacié, me incorporé y le quite su blusita y descubrí unos pechitos hermosos levantaditos, firmes con sus pezones completamente duros y erectos, de nuevo besé su boquita y sus mejillas estaban sonrosadas, le lamí sus pechitos y con mis dedos le tocaba su almejita deliciosa. De pronto sentí sus manos tratando de tocar mi verga, todavía recuerdo sus movimientos torpes y nerviosos; me quite el pantalón y ella comenzó a explorar con sus manos todo mi miembro. Se agachó y titubeó un poco, pero luego acercó su boquita a mi palo y primero me dio un besito en la glande. Yo no podía creerlo, mi Primita hermosísima me estaba dando la mamada de verga mas exquisita de todas las que me habían dado mujeres, mucho mayores y expertas que ella. Lo lamía, besaba y engullía, mirándome a los ojos, como ...