Emputeciendo a Cristina
Fecha: 16/09/2018,
Categorías:
Sexo Duro
Tabú
Autor: mecorroentuboca, Fuente: xHamster
Tengo 40 años, soy casado y tengo una vida buena vida. Sin embargo, a pesar de todo esto, noto que algo me falta. Después de mucho tiempo fustigándome a mi mismo con el peor látigo que existe, el de la culpabilidad, empecé a pensar que cada uno es cada cual, y que, simplemente, yo era así. Con un poco de inteligencia, quizá pudiera combinar mis dos, o tres, o cuatro vidas, de una forma en la que no muriera en el intento de sobrellevarlas, si era capaz de encontrar personas (y con personas quiero decir mujeres) a las que les pasara lo mismo.Aquí rompo el tópico, porque al contrario de lo que pueda pensarse, no soy alguien que haya tenido carencia de experiencias sexuales o de relaciones. De hecho, he tenido muchas. Muchas antes de mi matrimonio, y algunas, bastantes para lo que debería ser (nótese otra vez cómo sale a flote el complejo de culpabilidad) una vez casado. Quería (y quiero) probar muchas cosas pero sobre todo, quería probar lo que era tener a una mujer sometida.Al margen de lo que se cuenta en los relatos que se leen por ahí, donde parece que todo está al alcance de la mano, para alguien como yo, la cosa no es tan fácil. Así que, haciendo uso de las facilidades que da la red, lo único que se me ocurrió fue poner un anuncio en una página. Como no tenía nada que perder, y de hecho, no tenía ninguna confianza en los resultados, escribí con sangre lo que deseaba, total no perdía nada: "Busco mujer, entre 25 y 40 años, casada, para que no tenga dudas de que es una ...
... puta que se va a entregar, que esté buena, y que quiera ser sometida a los antojos de un hombre para el que no va significar nada hasta que se lo gane a pulso. Hará lo que yo le ordene, sin negociaciones, ni contemplaciones. Será usada, manipulada y/o humillada dependiendo de lo que se me antoje en cada momento. Empezaremos por la web y luego, veremos. A cambio, juro que no soy ningún loco. No quiero romper la vida de nadie, así que respeto los compromisos ya contraídos, familiares o de otra índole, y, con el tiempo, soy un buen amigo."Pasaron bastantes unos días antes de que contestara nadie. Un día encontré una respuesta en mi mail. Y a partir de ese día he encontrado decenas. Pero vamos a la que importa, Cristina(los nombres son ficticios).Cristina era casada, rubia y un poco recelosa. Y eso es lo que más me gustó, porque para mi, lo más interesante es vencer las barreras mentales de una mujer. Quiero decir, que no me interesa tanto que esté convencida de lo que es, como ir descubriéndola poco a poco lo que puede llegar a ser. Y lo que más morbo me da es ser YO, el que se lo descubre y por lo tanto el que tiene el poder sobre ella. Lo de dominar el cuerpo es fácil, una vez dominada la cabeza, ahí está el reto. Ahí es donde yo disfruto.Cristina me envió una respuesta en la que quería, pero no quería:"Hola Carlos:He leído tu anuncio. Me llamo Cristina, soy casada, 32 años, rubia, 1,70, y a juzgar por los comentarios, no estoy nada mal, aunque me da un poco de vergüenza decir ...