-
Nuestro reencuentro en el hotel
Fecha: 16/09/2018, Categorías: Hetero Sexo Oral Autor: GRB11813, Fuente: CuentoRelatos
... quiere darte placer a vos… Te aparto de mí con brusquedad. Estás de pie fuera de la cama aun con tus pantalones. Yo, todavía en la cama, me acerco a tu entrepierna y me quedo ante ella en posición de perro. Con mis dientes y una mano comienzo a desabrochar los botones. Me tomás del mentón y me hacés levantar la vista a vos. Despacio, tu dedo índice recorre mis labios hasta meterlo en mi boca. Los cierro alrededor mientras lo metés y sacás a tu gusto. Yo juego con mi lengua alrededor de tu dedo haciendo una breve reseña de lo que está por venir. Ya con tu dedo lo suficientemente húmedo decidís que es hora de que haga lo mío pero aprovechando mi posición y que mi vestido sigue por mi cintura, lo introducís en mi vagina. No puredo evitar un leve gemido. Vuelvo a mi tarea. Tu pantalón tan abultado me vuelve loca. Por fin bajo tu ropa y salta ante mi tu pene erecto. ¡Cómo lo entrañé! Respiro hondo y lo tomo con una mano. Me acerco a la punta y comienzo a pasar lentamente mi lengua sobre él. Te siento respirar con fuerza y eso me encanta. A cada lamida mi lengua aumenta su trayectoria y tu pene se va cubriendo cada vez más de mi saliva hasta que decido que está lo suficientemente húmedo y lo meto entero en mi boca. Sacás tu mano de ...
... mi sexo para sostener todo mi cabello y facilitarme la tarea. Meto y saco tu miembro de mi soca succionando levemente mientras con mi lengua trazo círculos en la punta de tu pene. Todo es cada vez más fuerte y rápido. Empujás con vehemencia mi cabeza para que mi boca no tenga más espacio libre. Mi mano sube y baja por la parte de tu pene que no entra en mi boca. Tus gemidos y tu placer me hacen gemir a mí aunque no me estés tocando. Con desesperación me apartás de vos y me acostás boca arriba en la cama. Sé que al fin lo vas a hacer. Abrís mis piernas. Estás entre ellas. Corrés mi tanga a un costado y acercás la punta de tu verga a la apertura de mi vagina. Esperás un instante pero yo no me opongo a no usar protección a pesar de que soy consciente de los riesgos. Sabés perfectamente que desde que nos vimos no hice el amor con nadie más a diferencia tuya. Dejás que tu saliva caiga sobre ambos sexos y entonces, con cuidado pero con seguridad, comenzás a empujar tu pene dentro de mi vagina. Te cuesta y me duele un poco. Pasó un tiempo ya, pero te gusta lo estrecha que te soy. Empujás cada vez más hasta que de pronto arremetés con furia y tu miembro entra por completo en mí. Grito de satisfacción y escucho tu suspiro. Comienza todo.