Una prima desconocida me invitó a comerle el coño
Fecha: 16/09/2018,
Categorías:
Incesto
Lesbianas
Autor: MariaDream, Fuente: CuentoRelatos
... aproximamos cogidas de la mano. Al llegar ella alzó la falda de su corto vestido, la subió, y se sentó en el banco, abriéndose de piernas. -Vamos cariño, cómeme el coñito. A la vez que pronunciaba estas palabras, tiró de mi mano para obligarme a agacharme. Yo me dejé llevar, quedando de rodillas delante de ella, con su vagina delante de mi cara esperando a que se la comiese. Llevaba puestas unas bragas de encaje blancas, de estas que no dejan marca debajo del vestido. Lentamente, y muriéndome de ganas por probar, acerqué mi cara, comenzando a percibir el olor de su vagina, el cual era similar al que desprendían mis dedos después de masturbarme. Tenía el coño sin depilar, pero aquello no me importo. Con mi mano aparte sus bragas a un lado, y sin pensarlo y cerrando los ojos presione mi boca contra sus labios vaginales. El olor era mucho más intenso, y comencé a llamarle de arriba abajo, recorriendo su raja y saboreando sus fluidos. Ella mientras acariciaba mi cabeza, con los ojos cerrados y jadeando al son de mis lamidas. -¿Te gusta comérmelo? Me dijo sin dejar de acariciarme. Estuvimos así más de 10 minutos, hasta que salió su ...
... parte dominante y decidió que ahora fuese yo quien supiese lo que se siente cuando alguien te come el coño. Yo estaba muy excitada. Me puso de pie, apoyada en un árbol y mirando hacia este, y fue ella quien en esta vez se agachó. Me levantó el vestido, y tirando fuertemente me bajo la tanga, la cual dejo a la altura de mis tobillos. Tras esto, y asegurándose que dejaba las piernas abiertas, se puso de cuclillas bajo mi falda, y mirando hacia arriba, comenzó a comerme el coño, el cual estaba empapado, y completamente depilado. Al cabo de un rato, sentimos como los coches de los presentes en la boda comenzaba a arrancar, por lo cual, a pesar de todas las ganas que ambas teníamos de follarnos, tuvimos que parar. Y aquí termina esta pequeña pero intensa historia en la que me di cuenta de lo mucho que me gustaba comer un buen coño. Quizás algún día cuente alguna de las pocas experiencias lésbicas que he podido tener. Si os ha gustado, no dudéis en comentar. También estoy disponible para hablar en más detalle por privado en feticherelatos@gmail.com. Soy muy cerda y fetichista, por lo que no temáis en compartir vuestros gustos conmigo.