La noche boca abajo (2)
Fecha: 17/09/2018,
Categorías:
Anal
Sexo en Grupo
Voyerismo
Autor: sandritamdq, Fuente: xHamster
La noche boca abajo (2)Pude sentir que el tipo se acomodaba entre mis tobillos y un ruido de tela me hizo entender que se estaba sacando la ropa. Se inclinó sobre mi cuerpo expuesto y efectivamente, pude sentir su gruesa y endurecida verga sobre mis nalgas. Me lamió una oreja y me susurró al oído: “Hola bebota, supongo que te acordarás de mí”. “Yo soy el que te llenó la conchita mientras dormías y ahora voy a estrenar ese culito virgen; así me gusta, que lo hayas reservado para mí solamente”.Este hijo de puta me iba a romper el culo, mi delicado y suave culito que jamás le había entregado a nadie. Ni siquiera a mi novio, que insistía cada vez que cogíamos; pero no, nunca se lo había permitido. Y ahora un brutal desconocido iba a quitarme mi virginidad anal, por decirlo de alguna manera.Me preparé para lo peor. Las veces que había intentado meterme algún consolador en la cola me había dolido demasiado, así que siempre terminaba sin hacerlo del todo. Este tipo seguramente no iba a detenerse cuando le dijera que me dolía; todo lo contrario, se excitaría más todavía y me cogería más fuerte.Pareció adivinarme el pensamiento, porque lo escuché decir a su amigo: “La perrita ya está temblando, será de excitación o de miedo a que la colita le quede destrozada?”. El otro lanzó una carcajada y respondió: “Pobre putita, ahora va a entender por qué te dicen el Burro”.Empecé a sollozar de miedo, ya que sabía de memoria que un burro tiene una verga enorme, así que ya no me quedaban dudas ...
... de que este bruto me iba a dejar el culo destruído.No sé qué estaba haciendo el tipo. Me imaginé que estaba poniéndose dura su cosa a fuerza de manotazos, ya que lo presentía entre mis piernas pero no me estaba tocando. El hijo de puta me la iba a meter en seco; no tenía ninguna intención de lubricarme.De repente sentí que se acostaba sobre mi espalda y me abría las nalgas con una mano. Me dijo al oído: “Quiero oírte gritar mientras te parto al medio ese culito”.Entonces lo pude sentir. Una cabeza enorme trataba de forzar la estrecha entrada de mi ano, algo brutal, increíble, masivo, gigantesco y duro. No se detuvo por un segundo. Abrí la boca para gritar, pero no pude ni exhalar un suspiro. El dolor era insoportable; sentía esa pija enorme que entraba dilatando mi ano sin compasión.Por fin llegó hasta el fondo y se detuvo. Entonces sentí una especie de alivio, ya que no me dolía tanto. El hijo de puta mordisqueó mi oreja susurrando: “Qué putita tan linda, nunca había tenido la suerte de desvirgar un culito tan estrechito”. Lo insulté con todas mis fuerzas, pero se largó a reír y comenzó a retirarse, para luego embestir con más fuerza, provocándome un aullido de dolor tremendo.La tortura duró un rato largo. Mi pobre cola soportando esa gigantesca cosa entrando y saliendo, produciéndome dolor ya que lo hacía en seco. Finalmente sentí que me dilataba bastante y entonces el placer ocupó el lugar del dolor.Mi cuerpo me traicionó, ya que repentinamente sentí una oleada que subía ...