1. La confesión


    Fecha: 17/09/2018, Categorías: Incesto Autor: kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... sonrisa de oreja a oreja. El cura se sorprendió. -¡Coooño! -Con ese mismo, señor cura, con ese mismo. -Por los actos impuros ya es excusado preguntar. -De esos pocos, pajas me hago pocas. Estoy muy solicitada, pero de cuando en vez cae una, o dos... -A ti no hay por dónde cogerte, hija. -¡¿Cómo qué no?! Por delante y por detrás. El cura siguió a lo suyo. -¿Has robado alguna vez? -Gallinas. -Por necesidad. -No, porque me salió del coño. El cura tenía una paciencia a prueba de bombas. -¿Has levantado falsos testimonios? -He levantado pichas, los falsos testimonios no sé qué son. -Es igual. ¿Has mentido? -¿Hay alguien que no mienta? -Lo tuyo es un caso para estudiar aparte. Volvamos atrás. ¿Te arrepientes después de hacerte una paja? -No, padre, o me hago otra paja o me quedo dormida. -¿Piensas en alguna relación que tuviste? -Sí, padre, pienso que me comen el coño... El cura se sorprendió. -¡¡¡Como!!! -¿Entro? -¿Dónde? -En el confesionario. ¿No me quiere comer el coño? -¡No! ¿Con quién has tenido relaciones carnales, hija? -¡Puf! -¿Qué quieres decir con eso? -Que menos con viejos muy viejos... -¿No tendrías relaciones con tus padres? -¡No! -Menos mal. -Ya le dije que soy hija de soltera. No tuve ningún padre a tiro. Tenía sólo a mi madre -¿Tu madre...? -Mansa. -¡¿Qué?! -Que es de las mansas. Le gusta que le calienten el culo con una zapatilla, que la azoten con la palma de la mano, y el día que está muy, muy cachonda, que le pongan el culo a arder con la fusta del caballo. Que ...
    ... le pongan pinzas de tender la ropa en los pezones... -Ya, ya, ya lo pille. Es masoca. -No pilló nada, es María y es una viciosa. -Incesto... Vaya, vaya. Patricia, cantó: -Aquí, no hay playa. -Tú no está bien de la cabeza, hija. -¿Por cantar? Pues si me ve bailar con la falda arremangada... -¡¿En la fiesta de la patrona?! -No, después de fumar la hierba que sale venturera en la huerta. Se deja secar y con papel de liar se hace el pitillo. -Ya se cómo se hace. -¿Nos fumamos uno? Si quiere voy a casa en un momento. -¿Fumaste hierba antes de venir a confesarte, hija? -Fumé. -Esta confesión va a ser de las que hagan historia. ¿Con quién tuviste tu primera relación sexual? -Con mi hermana Marta, a la que apodaban La Vaca. -¿Está entrada en carnes como tú? -No, salida, en todos los sentidos. -Cuéntame cómo empezó y como acabó ese... -Polvo. -Eso. -Empezó con un beso y acabó corriéndonos las dos. El cura se animó. -Detalles, cuénteme todos los detalles, hija. -Limpiábamos la cocina. Yo estaba barriendo a su espalda. Aparqué la escoba junto a la mesa y le cogí las tetas. Unas tetas grandes, como ella. Mi hermana Marta se giró. Me quiso decir algo. Le metí un beso a tornillo que hizo que le temblaran las piernas, las tetas, y el coño. El beso hizo que temblaran sus ciento veinte kilos de carne. Al acabar de meterle la lengua hasta la campanilla, me cogió como a una muñeca, me echó sobre la mesa. Hizo tiras de mi vestido. Me arrancó las bragas. Hizo saltar por los aires los botones de ...
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