1. FANTASÍA A MEDIA NOCHE


    Fecha: 18/09/2018, Categorías: Fetichismo Masturbación Autor: MelkartXXI, Fuente: xHamster

    Un viernes por la noche me quedé en casa de mi chica, cuidándola, porque le había bajado la regla. Como a muchas mujeres les sucede, la pobre alterna en esos días momentos de mucha excitación sexual con momentos de bastante dolor. Así que le hice la cena (salmorejo, mi especialidad), tomamos una copa de vino, nos metimos en la cama y vimos un programa en televisión hasta que se quedó completamente dormida en mi hombro. En esos momentos debo decir que me siento increíblemente excitado, porque la siento tan confiada e indefensa que me encantaría hacerle montones de cosas, aunque al final siempre me da reparo despertarla.Apagué el televisor e intenté dormir, pero cada vez que cerraba los ojos pensaba en el cuerpo desnudo de ella, en sus piernas abiertas ofreciéndome sus jugos, su mano deslizándose por mis nalgas, su lengua en mi ano... Por supuesto, tenerla pegado a mi cuerpo y sentir su respiración no me ayudaba a conciliar el sueño. La separé un poco y volví a intentar dormir, pero me resultaba imposible. Tuve que estar despierto un buen rato, hasta que decidí que la única solución era masturbarme, si bien muy despacito, de tal modo que la cama no se moviese demasiado y ella no se despertase.Con los ojos cerrados y el pene fuertemente apretado, comencé a practicar algunos movimientos suaves y descubrí, con cierta tranquilidad, que el leve bamboleo no la alteraba en su descanso. Seguí moviendo la mano mientras imaginaba cómo la penetraba mientras dormía y cómo se lo comía y ...
    ... se corría sin que se despertara (lo cual supongo que es imposible, pero una fantasía no tiene que ser racional). Finalmente noté que me iba a correr, y coloqué rápidamente mi mano para recibir la leche y no manchar las sábanas ni quedarme pringoso yo.De repente, con la mano sintiendo la calidez de mi propio esperma y la excitación de verla tan apaciblemente acostada, se me ocurrió una cosa que en un primer momento me pareció una locura. No obstante, lo volví a pensar. A fin de cuentas, ella me ha despertado en alguna que otra ocasión masturbándome, simplemente porque siempre le había gustado la idea. ¿No era justo que yo también me diera un gusto con su cuerpo dormido? Decidí que sí.Conduje mi mano hacia su boca y, con mucho cuidado, la apreté contra el cielo de su labio inferior. Aturdida por el sueño y sin saber muy bien qué le sucedía, hizo un ruidito extraño, y yo simplemente le dije: “Bebe”. Y ella, obediente, hizo el acto de tragar y se llevó de mi mano parte de la leche que esta había tenido sobre sí. Sin embargo, aún quedaba un poco, y apreté la mano contra su boca. Sus labios se movieron un poco y sentí la humedad de su lengua contra mi cuerpo, maldiciendo que tuviese la regla, pues de lo contrario la habría penetrado en ese mismo momento.Retiré la mano, la abracé y ella buscó mi rostro con el suyo y me besó. Era obvio que sabía lo que había pasado, pero no me dijo nada, tan solo derramó sobre mi boca montones de besos que me hicieron comprender que estaba realmente ...
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