Entregando a Lorena 39
Fecha: 21/09/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: aristurman, Fuente: xHamster
Lorena me había acompañado en un viaje de trabajo a Córdoba.Mientras yo me dedicaba a mis asuntos durante el día, ella disfrutaba de la pileta climatizada del hotel y un complejo de tiendas cercano.Por la noche yo regresaba bastante cansado, casi arrastrándome y mi fiel mujercita me esperaba vestida impecablemente para salir a cenar. Luego cogíamos salvajemente un buen rato antes de caer rendidos hasta la mañana siguiente.La tercera noche, al llegar a la habitación, encontré a mi esposa maquillada y llevando un vestido muy provocativo, que yo había comprado para alguna ocasión especial. A pesar del agotamiento después de una larga jornada, sentí que mi verga cosquilleaba y comenzaba a endurecerse.Pero Lorena me detuvo en seco; diciendo que esa tarde había conocido a un perfecto desconocido y que pasaría la noche con él en nuestra cama...No supe ni siquiera qué responder, cuando ella se levantó de la silla y me dijo que esperara allí. Luego salió de la habitación, para dirigirse al lobby. Un rato más tarde regresó, pero no estaba sola…Su acompañante era un tipo alto y atlético, bastante musculoso, de piel oscura. Era de nuestra edad y hablaba con el típico acento cordobés…Me estrechó la mano cuando mi mujercita nos presentó.Salimos los tres al pasillo y mientras conversábamos, el tipo comenzó a acariciarle el culo a Lorena por encima de su vestido. Parecía sentirse muy seguro de sí mismo; tomó a mi esposa por la cintura y me dijo sonriendo con soberbia:“Quedate tranquilo, ...
... flaco, que tu hembra lo va a pasar muy bien conmigo…”Y la empujó dentro de nuestra habitación mientras seguía acariciándole el culo. Antes de cerrar la puerta me dedicó una última sonrisa radiante. Ella ni siquiera se dio vuelta para despedirse.Me quedé fumando en el pasillo, esperando. Unos minutos después acerqué mi oído a la puerta, tratando de escuchar lo que sucedía adentro…“Muy bien, putita… se ve que te gusta chupar pijas… dale, sigamos así…”Me imaginé los delicados labios rojos de Lorena alrededor de esa verga.Me había prometido a mí mismo solo escuchar; pero unos instantes después tuve la tentación de mirar también y entonces intenté abrir la puerta; pero estaba cerrada con llave…“Así… tragátela entera, nena y mírame con esa carita de puta…”Entonces recordé que compartíamos el baño con la habitación contigua, que no estaba ocupada. Muy despacio entré y abrí despacio la puerta, dejando apenas una rendija por donde poder espiar.Lorena estaba de rodillas y el cordobés hijo de puta le sostenía agarrada la cabeza por los cabellos, metiéndole la verga hasta el fondo de la garganta. Ella ya ni siquiera podía chuparla; el tipo le estaba cogiendo la boca con brutalidad, mientras le susurraba toda clase de barbaridades…De repente le acabó en la boca y mi delicada esposa se tragó toda esa leche sin respirar. El tipo le dio un par de cachetadas en las mejillas y le preguntó si le había gustado el sabor de su semen.Lorena sonrió débilmente, asintiendo con la cabeza.“Ahora te voy a ...