Mi rutina personalizada en el gimnasio
Fecha: 21/09/2018,
Categorías:
Gays
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... espalda todo ese calor de hombre que salía de él. Nunca lo había visto de esa forma pero ese día estaba decidido a dejar avanzar las cosas hasta donde dieran, cerré la llave y el se acerco, con el miedo que alguien entrara disfrute el beso apasionado que me dio, me abrazó tan fuerte que sentí que no me pasaría nada. Me retire un poco el se disculpo, me vestí y salimos los dos sin pronunciar palabra. Ese día era viernes y el sabía que nos veríamos el día siguiente otra vez, pero con la diferencia que pocas personas madrugan un sábado a entrenar. Allí estaba muy temprano, llovía pero estaba cumpliendo la cita que sin querer nos habíamos puesto sin hablar. Entrenaba pero en mi mente solo fantaseaba con lo que pasaría en la duchas al terminar mi rutina. Espere que se fueran todos, y entre a ducharme no le di señales de nada pero sabía que me vigilaba. Entre me quite la ropa rápido, sabía a que me enfrentaba por estar seduciéndole así, como era de esperar entro, solo tenía puesto un bóxer negro que se ajustaba perfectamente a ese cuerpo bien trabajado, las piernas eran dos columnas fuertes que sostenían ese tronco musculoso, muchos creen que por entrenar demasiado a muchos hombres se le reduce el tamaño del pene, no se pero ese era la excepción, se le notaba una verga de más de 20 ctm que ya se asomaba por fuera del bóxer. Cerré la llave del regadera, el se acercó me abrazó de nuevo, me besó, nos acariciamos el abrió la llave de nuevo me recostó sobre la pared de la ducha y allí ...
... estuvimos calentándonos por unos minutos bajo el agua tibia. Dimos un giro y cambiamos de posición. No aguante más resbale por su cuerpo, besando, mordiendo esos pectorales grandes y fuertes, su abdomen bien trabajado, hasta que llegue a sus caderas me agache bien y su verga quedo al frente mío, me tomo de la cabeza y me acerco a sus bóxer que no aguantaban tanta presión su miembro, le bajé con los dientes su interior, me sentía como una puta, pero el deseo era inmenso. Luego me sujeto de nuevo y delineo mi boca son la punta de su pene que ya botaba líquido preseminal. Sin dudarlo me la metí a la boca, hasta el fondo, cerró las llaves de la regadera, y se estremeció del placer que sentía, me guío en la velocidad que quería follar mi boca con su verga, con la manos le acariciaba los huevos que se encogían por la excitación que tenía, me dijo no me quiero correr todavía, me levante, nos besamos de nuevo, salimos de las duchas, mojados, excitados, con ganas de hacer cosas nuevas para los dos. Había un banco para un ejercicio de piernas, que casi siempre lo utilizaban para hacer bromas, pues ese día no era broma como lo suponía todo el mundo, se acomodo muy bien a nosotros, me ubico boca abajo, abrí las piernas un poco, y con su lengua, empezó a dilatar mi ano virgen, que esperaba deseoso que lo penetraran, me beso mis nalgas, bien paradas, observe que se incorporo, se masajeo más su miembro que estaba que explotaba, rozo mi ano, cuando sentí que su cabeza ya estaba en la entrada ...