1. Educado una familia Cap VI Parte XIII


    Fecha: 25/09/2018, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... los dos amantes trenzados en tan fenomenal ayuntamiento. Se veía que papi no quería perder el tiempo, seguramente porque sabía que ya era tarde y tendrían que regresar, por lo cual sacando la lechosa verga de adentro del resquicio ahíto de mi hermana, la acomodó de tal forma que, levantándole las piernas y poniéndolas sobre sus hombros, la abrió lo más que pudo volviendo a acomodar aquel falo enardecido en la cerrada puerta, para comenzar a empujar ya no tan lentamente sino con mayor rapidez y violencia la verga parada, la cual pronto se perdió en las intrincadas profundidades de las entrañas de Lucy. Al ver que ellos volvían a la carga, yo también hacía lo propio volviendo a meterme los dedos embarrados ya de savia a lo largo de mi oquedad central, mientras veía que papito tenía completamente ensartada a mi hermanita, iniciando ambos los consabidos movimientos rítmicos que incrementaban su placer hasta el delirio. Pude advertir con cuánta brama disfrutaba Lucy de la verga de papito, que hasta agua se me hacía la boca sólo de verla, de admirarla atravesada y tendida sobre la cama de tablas, imaginándome que era yo la que estuviera debajo de mi papi ensartada hasta los huevos con su pito parado. Con esos pensamientos y sin apartar la vista de ellos yo continuaba con mis tocamientos íntimos, hasta que sin poder impedirlo más me volví a venir en un delicioso orgasmo que me cimbró hasta el culito. Pronto papi y Lucy llegaron también al clímax, pues de nueva cuenta oí los ...
    ... gritos y obscenidades que ambos proferían sin ningún pudor, en tanto se desparramaban en tremendos espasmos que hacían que papi prácticamente se fundiera con el cuerpo sudoroso de mi hermana, que gritaba como loca presa del delirio y la agonía que estaba experimentando. Al término del caliente encuentro mi papi actuó con rapidez, pues aunque Lucy no quería, él pronto la convenció para que se bajara de la mesa y procedió a limpiarla con aquel trapito que tan celosamente guardaba en una caja. Después se limpió él también y comenzaron a vestirse. Al darme cuenta de que la sesión de aquel día había concluido, yo tuve que darme prisa para abandonar mi escondite e irme corriendo como loca hasta el sitio donde había dejado el caballo que mi hermano me había facilitado, pues obviamente tendría que llegar a casa antes que ellos. Y así fue. Cuando arribé a nuestra casa me puse a platicar con mi mami, y no pasaron ni diez minutos cuando papi y Lucy entraron en la sala. Mamá los recibió gustosa invitándoles de comer, cosa que hicimos todos juntos. Al terminar la merienda, Lucy me hizo señas para que yo saliera afuera. Una vez que estábamos solas ella me dijo: -Ay Julia....hoy fue un día tremendo...tengo que contarte lo que papito me hizo. -Si....tienes que contármelo todo, Lucy....anda -le respondí yo, como para ver si ella realmente me confiaba no tan sólo lo que había hecho con papá, sino también las vivencias que había tenido con el perro- -Pero aquí no -me dijo ella- vámonos a nuestro ...
«1...345...»