1. Daniel sabía lo que yo quería!!!


    Fecha: 26/09/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    En aquel tiempo, ya sabia lo que era el sexo entre varones y me habían penetrado, entre tres hermanos, quienes cuando tenía 8 años, su mamá se los llevó a los Estado Unidos. Tendría entonces unos nueve años, cuando un joven llamado Daniel, nieto de una ancianita vecina de mis padres, vino de New York a estar unos días en mi país. Un joven alto, blanco de espigada figura, anchas espaldas y de un rostro precioso, que me impácto al verlo... nadie, nadie, nunca me había llamado la atención así. Aunque no lo crean, fue amor a primera vista a mis nueve años y al cabo de unos días, Daniel sabía lo que yo quería y no perdió esa oportunidad. Luego de conocer a Daniel, no dormí casi esa noche pensando en él, no sabía lo que me pasaba. Era muy chico pero al haber, conocido el sexo precozmente, y darme cuenta que me gustaban los hombres, me enamoré de Daniel a primera vista, si es que así, que se le puede llamar. Al cabo de unos días de llegar, mi hermano mayor, lo invitó a dar un paseo en su auto, ya que eran amigos desde antes de Daniel, irse a vivir al extranjero, pero yo no lo recordaba a Daniel, quizás por mi edad. Por fortuna mi hermano me invitó a dar el paseo con ellos, pero iban en el auto su esposa, dos de sus hijos pequeños, un amigo de mi barrio y Daniel. Tal es el caso, que yo iba detrás con los otros y quedé muy pegadito a Daniel, me sentía muy nervioso y feliz, no había experimentado esa agradable y rara sensación antes, en mi corta vida. No se, pero en lo apretado que ...
    ... ibamos, mi codo quedaba casi en la entrepierna del joven. Lo rosaba y según los brincos del auto en la carretera, que para entonces eran horribles en mi pueblo, sentía algo que cada vez se ponía más duro, y yo bien sabía que esa era su verga, su pene! Nos bajamos en una playa, muy solitaria, cercana al pueblo dónde vivo y ahí charlaron los grandes, bebieron cervezas y se mojaron los pies en el mar. Yo por mi edad pues bebía refrescos con mi cuñada y sobrinos pequeños, a los que ayudaba a cuidar, pero sin perder de vista a Daniel. Pensaba para mi, "ay si se quitara la ropa y se tirara al agua para verlo sin pantalones, en trusa o calzoncillos", pero eso no sucedió. Lo que sí noté, era que se le marcaba el pene hacia el lado y las bolas, por encima de la ropa. Le dije a mi cuñada que velara los nenes, para yo ir a coger caracoles, y ella me dejó ir. Me fuí solito por la arena y las palmeras, cuando veo que Daniel, se fue trás de mi y me dijo que me acompañaría. Seguimos por toda la orilla de la playa y yo bien turbado, recogía los caracoles que más me gustaban y los echaba en la bolsa o fundita que llevaba. Cuando casi no se veían mi hermano y los demás, él me dijo que se estaba orinando, que fueramos detrás de unos arbustos muy frondosos que habían, para orinar. Mi corazón se me quería salir del pecho, al oirlo y caminé como un sombie, detrás de él para que orinara. Se sacó su pene y comenzó a orinar, yo no le quitaba la vista de encima, a aquella verga que aun flácida, se veía ...
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