1. ¿PUEDO ORDEÑARTE? GUÍA AVANZA


    Fecha: 27/09/2018, Categorías: Anal Fetichismo Tabú Autor: gitanilla_andaluza, Fuente: xHamster

    ... necesitar algo más grande para que te entre en la cabeza que a mí no me jodes la vida, capullo”. Le tienes que ir echando en cara cada gemido que suelte, y si su pene gotea, aunque solo sea un poco, se lo aferras con fuerza y se lo recriminas: “Y encima te gusta, ¡eres lo peor! ¡Qué asco me das!”. Básicamente tienes que hacer lo mismo que cuando le penetrabas las primeras veces, pero invirtiendo los diálogos. En lugar de decirle que es fácil penetrar en él, le confirmas: “Voy a llegar hasta el fondo tanto si te resistes como si no”. En lugar de hacerle partícipe, le conviertes en pasivo diciéndole cómo debería sentirse: “Debe ser duro tener a una chica dentro de ti, violándote, dominándote, estando a la completa merced de sus manos...”, aunque si está maquillado de chica, puedes insistir en ello: “Sabes que no te puedes contener, todas las nenazas sois iguales, ahora mismo sientes un placer enorme y quieres soltarlo, pero crees que si aguantas lo suficiente no me daré cuenta. ¡Error!”.Ahora bien, atención a este punto, pues la sensación de indefensión no se construye solamente con insultos y azotitos, sino que también se logra descolocando a la otra persona. Por eso, no dudes en ser dulce. Si le estás penetrando y está muy excitado, cambia de registro y ponte excesivamente melosa: “¿Por qué no podemos llevarnos bien?” o “¿No sería maravillos que a partir de ahora tú siempre fueras la chica?”, házselo con dulzura, háblale en un tono confidente y cariñoso, dale besos ...
    ... apasionados o aplícale caricias, pero todo con un único fin: oblígale a decir cosas que no diría en otras condiciones. Ahora que tiene la guardia baja, es cuando le preguntas: “¿Verdad que a partir de ahora ya no vamos a tener sexo?” o “Reconoce que solo te gusta cuando te follan el culo”, y si no quiere, le das un cachetito o un azote, pero luego retomas otra vez un tono amable, de tal manera que vaya reconociendo todo lo que tú quieras. “¿No sería estupendo que Fulano te penetrase el culo mientras yo dejo que me lo comas?” o “¿No sería magnífico que yo me acostase con Mengano mientras tú nos miras?”, y otra vez repites el ciclo de castigo y dulzura, entrando en detalles si es necesario: “Piensa que es su polla, ¿no quieres tú una polla también?” o “¿No te excitaría ver cómo dobledo a tu amigo en la cama, con tanta facilidad como te doblego a ti?”. Si no da la respuesta satisfactoria y tienes un vibrador a mano, se lo introduces en la boca y le obligas a que lo chupe: “Quien calla otorga”, sentencias. Una mezcla de dulzura y dureza puede hacerle reconocer cosas increíbles como parte del juego, aunque recuerda siempre que es solo eso, una diversión, no una confesión real. La idea es que se abandone completamente, que diga lo que tú quieras con tal de que el placer no acabe.Si crees que se va a correr muy pronto, para. Dile: “¿Quién te ha dicho que te vas a correr? ¿Crees que esto lo hago para darte placer?”. Estimúlalo de otra manera y luego retomas el masaje de próstata. Hay gente a ...
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