Masaje morboso
Fecha: 27/09/2018,
Categorías:
Voyerismo
Erotismo y Amor
Autor: matoarg, Fuente: CuentoRelatos
Con mi mujer llevamos casi 10 años de matrimonio y 15 de estar juntos, en el cual los deseos y fantasías fueron mutando para no caer en la rutina, hace tiempo veníamos hablando de cumplir una de ellas y es la que ella reciba un masaje erótico en mi presencia. Para cumplir dicha fantasía, me encargue de conseguir un masajista de buen porte, atlético y buenas dimensiones en todo su cuerpo, antes de que ella sepa que íbamos a llevar a cabo esta experiencia, me encargue de hablar con él, diciéndole todo lo que quería de esa noche, una vez que arregle con él, le comente a ella que al otro día cumpliríamos ese deseo que tanto morbo género en la cama tantas veces y aun no habíamos realizado. Llego el sábado, y ella estaba de muy buen humor, un poco nerviosa y ansiosa por este jueguito que íbamos a realizar. La condición del juego es que los limites los marcaria ella, que esta era su noche y que yo quería que disfrutara a pleno, que se sienta bien mujer, que se desinhiba en lo máximo posible, que saque toda la hembra que hay en ella. Al llegar la noche ella comenzó a preparase de una forma muy sexy, primero escogió una ropa interior transparente, con su buena tanga que dejaba ver su hermoso culo, se puso una falda negra de cuero, una blusa semi transparente que dejaba poco a la imaginación, se pintó los labios bien rojos, resaltando su hermosa y carnosa boca, se hizo un peinado tanguero, que entre su vestimenta y su producción daban ganas de cogerla ahí mismo, pero no era el momento ...
... aún, tomamos unas copas de vino para relajar, y nos dirigimos al encuentro con el masajista. Llegamos al encuentro con muchacho (caribeño el hombre), de piel morenita y bien musculoso, ella al verlo por primera vez sonríe como relajándose y viendo algo que en principio le gustaba, él se acerca y la saluda con dos besos, lo cual es bien recibido por Azul, pasamos al departamento de Juan, él nos muestra donde está la camilla y donde puede ella dejar las cosas, para sorpresa nuestra había una cama grande al lado de la camilla y un sillón para que yo me acomode a observar. Él se retira del cuarto para que Azul se acomode en la camilla, en esta se encuentras dos toallas y una sábana, al irse juan, yo me acerco a ella la beso con mucha pasión y le recuerdo que esta es su noche, que disfrute como nunca disfruto en su vida, que los limites los pone ella y que yo seré feliz con su decisión. Ella se despoja de la ropa, quedando en tanguita, se recuesta en la camilla de espaldas y para sorpresa mía, me pide que retire las toallas y la sabana que no las necesita, y llamamos a Juan el cual le pregunta cómo quiere los masajes y ella le dice que los quiere bien suave, porque pretende disfrutarlos como nunca. Comienza masajeando sus piernas muy suavemente, subiendo lentamente, le pone una toalla bajo el abdomen cosa que hace que levante más su cola haciendo que se vea muy apetecible, sigue masajeando sus piernas para luego masajear el interior de las piernas subiendo por su cola, en lo cual ...