Mi nombre es Vanessa
Fecha: 02/10/2018,
Categorías:
Confesiones
Autor: Vinny69, Fuente: CuentoRelatos
Me llamo Vanessa y hoy voy a contar como es que me he vuelto una putilla de primera, tengo 18 años mido 155cm soy chaparrita, nalgoncita y un poco tetona de tez blanca tirando a lechosa, aunque no delgada tampoco gordita en mi casa mis papis me dicen muñe porque tengo cara de muñequita, no es por nada pero dicen que estoy bonita, pues bien el motivo de mi historia comenzó cuando mis papi salieron dejándome sola en casa, a la muchacha que nos ayuda le di el fin de semana libre para estar sola en casa, pensaba invitar a unos amigos, pero por una u otra causa no podían ir a convivir conmigo y ni hablar de mi novio ese fin de semana se fué a la ciudad de donde era y me quedé sola, el viernes no tuvimos clase y me la pase aburridisima, tenía las redes sociales pero después de una horas ya no me llamaban la atención, me dormí temprano y al día siguiente después de desayunar tocaron a la puerta, respondí por el intercomunicador y una voz gruesa y varonil̃ me contestó - Disculpe la molestia hoy es día de limpieza del jardín, juan no pudo venir y me mandó para suplirlo. Miré la cámara de seguridad de la puerta y era un hombre como de 190 cm enorme, fornido con unos brazos musculosos. Cabeza rape y negro como él solo, parecía sacado de las películas gringas. - Hoy no puede hacerlo, venga otro día. Le contesté -mire señora Juan me encargó que podara unas plantas hoy porque si no se pueden secar. Si quiere háblele para que le diga. Al decir esto levanto el brazo y ...
... mostró un número de teléfono hacia la cámara - Se veía muy fuerte y francamente no me quería quedar con las ganas de ver de cerca a ese gigante, pero como estaba sola tampoco quería abrirle a cualquier pelafustán así que le dije - Léame el número por favor, y digame su nombre completo. Lo hizo y al hablar con nuestro jardinero me corroboró lo dicho por Alfonso que así se llamaba el nuevo jardinero, La curiosidad pudo más y lo dejé entrar, Le explique que mi madre llegaría en unos minutos para que no pensará que íbamos a estar solos, le indiqué el camino y me siguíó en silencio yo llevaba tan solo una pijama de algodón son calzones así que se me bamboleaban las nalgas al caminar además traía mi camiseta de dormir de tirantes y sin brasiere, así que se me traslucían las tetas y se distinguían perfectamente mis pesones, sonreí para mis adentros, estaba segura de que este pobre diablo jamás había tenido a alguien como yo así de cerquita y así de apetecible. Así que caminé un poco provocativa para que mis encantos se notaran más, -Entonces lo dejo Alfonso voy a la casa si necesita algo me dice -Si señorita Entre a la casa y ya en mi recamara me asomé por la ventana, Alfonso se había quitado la camisa y estaba en camiseta de tirantes parecida a la mía, se le podía ver perfectamente su musculatura me imaginé que un abrazo de aquel hombretón bien me podría quebrar. Lo dejé hacer sus cosas y me puse a escuchar música un rato pero no dejaba de ...