Doblete en la cocina
Fecha: 02/10/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... este carozo todas las noches…”Dijo mirando a mi esposo, que no podía responderle a través de la mordaza.Enseguida hundió dos dedos en mi concha humedecida, desde atrás, haciéndome saltar hacia adelante. Pero Guillermo me sujetó rodeando con un brazo mi cintura y acercó su boca a mi oído para susurrarme muy bajo:“Te voy a comer entera, Anita…”Pude ver que Víctor se sacudía en la silla, luchando por liberarse de las ataduras; pero no lo conseguía de ninguna manera.“Este culo va a ser mío, solamente mío…” Dijo Aníbal, al mismo tiempo que metía un dedo en mi entrada trasera atravesando mi esfínter con facilidad…Intenté debatirme, sabiendo que entre los dos me iban a arruinar; pero Guillermo me tomó la cara con firmeza y me dio un beso de lengua que me dejó loca. Sentí que mi concha se humedecía del todo.Terminé respondiendo a sus deseos y permitiéndole que su lengua explorara mi boca. Cuando rompió el contacto, volvió a pellizcarme los pezones con sus dedos, causándome un ligero ardorMientras tanto, Aníbal se había puesto en cuclillas a mis espaldas y había comenzado a lamer mi ano; metiendo su lengua bien profundo y dejando bastante saliva para lubricar mi estrecha entrada trasera…De repente se levantó y le preguntó a su cómplice si podía empezar él en primer lugar. Guillermo sonrió y le dijo que no había problema.Entonces Aníbal me empujó contra la pileta de la cocina y apoyó su pesada mano en mi espalda, haciéndome doblar en dos y apoyar mis tetas desnudas sobre el frio ...
... mármol de la mesada…Por favor, paremos aquí… no enfrente de mi esposo… por favor…” Supliqué.Guillermo largó una carcajada: “A tu marido le gusta, tiene la verga dura…”Bajé la vista y comprobé que ese turro tenía razón. Una tremenda erección pugnaba por salir dentro del pijama de Víctor. Me miró con una expresión de vergüenza en sus ojos, como si me pidiera perdón por estar tan excitado…En ese momento sentí que Aníbal escupía en mi entrada trasera y sin que yo pudiera evitarlo, ese hijo de puta aferró mis caderas y repentinamente hundió su verga dura hasta el fondo de mi recto, haciéndome aullar de dolor.Había acertado en mis fantasías: ese tipo tenía una verga realmente enorme y para peor, me la estaba metiendo por el culo sin misericordia.Aníbal gruñó mientras su verga seguía deslizándose dentro de mis entrañas, hasta llegar al fondo de mi estrecha cavidad anal. Allí se detuvo unos instantes, permitiendo que mi recto se acostumbrara a semejante grosor de su dura pija…Dejó mis caderas y aferró mis tetas entre sus pesadas manos. Se inclinó sobre mi espalda, sin dejar de meter y sacar su poderosa verga de mi culo…“Es más grande que la de tu marido?” Me preguntó riéndose.Yo asentí con la cabeza, sin pronunciar palabra.“Vas a dejarme el culo destrozado con esa verga, hijo de puta…” Lloriqueé.“Te lo voy a dejar bien abierto y lleno de leche caliente, putita…” Respondió.Mientras me sodomizaba brutalmente, comencé a sentir que mi propio cuerpo intentaba traicionarme. El efecto de ...