Nuestra historia de amor - Relatos Eróticos

Nuestra historia de amor

... por completo, prefiriendo así solo su amistad que por mi confesión perderla. No me hallo sin ella, la quiero a mi lado no por necesidad, sino porque simplemente mi corazón se acostumbró a su presencia, y cuando se ausenta la anhela y la busca desesperadamente; pero ahora el saber que hay alguien más me llena de dolor, me deja un vacío en el corazón, me duele no haber luchado por su amor, fui una cobarde ahora siento que la perdí, me toca solo tenerla como amiga, ya mis lágrimas no dejan de caer debo controlarlas, ella llegara pronto hoy es nuestro día de pelis. Llega tan radiante y hermosa, yo sólo puedo cobijarla entre mis brazos, embriagarme con su dulce perfume y en silencio escuchar su suave respiración; me muero por preguntarle quién es esa chica de la que está enamorada, mis ojos se humedecen nuevamente, no puedo evitar que una lagrima recorra mi mejilla, ella se da cuenta, me mira con angustia y yo solo la abrazo fuerte, me pregunta que me pasa y únicamente puedo llorar no me salen las palabras… Minutos después toma suavemente mi rostro, tiernamente limpia mis lágrimas con sus suaves manos, me mira intensamente, siento que se acerca a mí, está a centímetros de mis labios, yo solo puedo sentir su dulce respiración; por instinto cierro mis ojos, siento la humedad de sus labios tocar los míos en un beso sutil, un beso de entrega total, creo estar en las nubes, en el mismísimo cielo, ¡Mi ángel me está besando! Al separar por pocos centímetros sus labios de los míos sigo ...

... con mis ojos cerrados, siento desfallecer cuando escucho de su hermosa y cautivadora voz que Me Ama, solo deseaba que esto no fuera un sueño, la beso nuevamente, minutos después me separo de ella, mirándola fijamente a los ojos con una gran sonrisa en mis labios le digo Yo también Te Amo mi ángel. Amy Estamos en su habitación viendo una película a la cual no le estoy prestando atención en lo más mínimo, es que estar en sus brazos me hace desconectarme por completo del mundo, sus caricias en mi cabello me transportan a otro universo donde solo existimos las dos, ya es hora de confesarle que la amo. Después de la conversación que tuve una tarde con su madre no me quedo duda alguna que soy correspondida por su amor, me dijo que mi Victoria estaba triste porque yo estaba enamorada de otra mujer, que le dolía no ser ella esa mujer, mi corazón dio un brinco de felicidad al entender que ya no había duda alguna de que le pertenecía a Victoria; con un fuerte abrazo me despedí de su madre en aquel café. Aquí estoy a su lado, la noto ausente, pensativa, escucho un leve sollozo salir de sus labios, me separo rápidamente de su abrazo, al mirarla siento mi corazón encogerse, no me gusta verla llorar, le pregunto qué le pasa y ella solo me abraza, sin pensarlo correspondo a su abrazo, intentando calmarla, ya no resisto más, tomo su rostro suavemente entre mis manos y la beso, sin miedo a que me rechace, ya sé que su amor me pertenece, me sentí fuera de este mundo con su beso; por fin logre ...